Celina Retamar (29 años, ama de casa) es una de las 22 denunciantes registradas hasta ayer, que pensó que el sueño de la casa propia se le iba a hacer realidad a la brevedad, aunque ese anhelo quedó por el momento trunco. Desde hace 5 años y medio alquila una vivienda en el Bº CGT de Rivadavia en la que vive junto a su marido, Javier Robledo (32 años, maestranza), su hija Martina (5) y Bautista (8 meses). Por su hermano Iván se enteró de la “movida” para obtener una vivienda y que entre ambas familias perdieron $14.000. Pero según Retamar, este problema le trajo un dolor de cabeza más grave, porque su hija es diabética insulinodependiente y como consecuencia de esta situación -contó- le causó problemas psicológicos y de salud a la nena: “A mi hija la cambiamos de escuela a Rawson y estaba muy contenta con lo de la casa. Pero esto le afectó mucho. Ella necesita estar estable y vivir en armonía por su problema de diabetes. Encima le alquilamos esta casa a una mujer que todavía le está pagando al IPV y eso no se puede hacer. Sólo queríamos una casa propia”, aseguró indignada Celina Retamar.
