Hay señales que vaticinan que la cosecha 2011 tendrá características de "normal". Los primeros datos lo aportan los brotes de algunos viñedos de San Juan preparados para la producción de uva en fresco que estarían mostrando la bonanza de la próxima vendimia. Por supuesto, siempre mirando de reojo las consecuencias de los accidentes climáticos. Y no es un dato menor. Venimos de 2 magras cosechas donde fueron cambiando ciertos parámetros de la actividad. Todo lo que se elaboraba se vendía, después cayeron fuertemente los mercados de graneles, los precios subieron descontrolados, disminuyó a la mitad la elaboración de mosto, se discutió el color, entre abril y mayo de 2010 no se abasteció el mercado con los volúmenes que requería, etc.
La calidad es la llave
En todas las especulaciones que se hacen, la "calidad" es el tema que está presente. Si hasta algunos ya se animan a pedirle al INV que "apriete las clavijas" para intentar asegurar un piso en la calidad de los productos. "Hay mercado para el vino, pero el consumidor está pidiendo calidad y precio", advertían los expertos del marketing en sus respectivas exposiciones cuando semanas atrás chequearon el escenario global donde deberá moverse la industria vitivinícola regional en el futuro. Pensar en "una buena cosecha", es pensar en el concepto que "cuando hay volumen, se elige", por eso advierten que esta tendencia hacia la calidad, no solo la va a marcar el INV con su normativa, sino la realidad de los mercados.
Los precios y despachos
En cuanto a los precios, el mercado se mantuvo tranquilo y sin grandes sobresaltos. En la última semana de transacciones, el litro de tinto básico se comercializaba entre los $2 y los $2,30, mientras que los blancos que hace algunas semanas atrás habían perforado el piso de los $0,90, en los últimos días se llegaron a pagar entre $1 y $1,10. Mientras tanto, el dato alentador de la semana vitivinícola, la aportó el INV que el miércoles pasado anticipó un informe sobre los volúmenes de vinos argentinos comercializados o despachados al consumo, durante los primeros 8 meses de 2010, los que totalizaron 8 millones de hectolitros, registrando de ésta manera, una disminución del 6,45% con respecto al mismo período de 2009. El dato es auspicioso porque aleja los fantasmas que había en la actividad de una tendencia a la baja que se registró en el primer semestre de éste año cuando algunos pronosticaban una abrupta caída de los despachos, entre el 11 y 13%.
