Se notan los movimientos de calidad e inteligencia. También la precisión en velocidad. No es un entrenamiento cualquiera. Basta con verlos un par de minutos para darse cuenta que estos jugadores están en otro nivel. Así, en ese marco, entrena la Preselección Argentina de hockey sobre patines. Todos metidos en lo suyo. Los jugadores y el cuerpo técnico. Como en una comunión de trabajo y responsabilidad. Cada día queda menos. Y ellos lo saben. Por eso le meten firme y sólo piensan en estar en el equipo definitivo. El Mundial está a la vuelta de la esquina y los dirigidos por José Martinazzo van sumando minutos vitales para quedar y llegar en forma.
Anoche el plantel entrenó en el Cantoni. Con tres ausencias: La del Mono Velázquez (está en Bs. As. buscando sus cosas que llegaron desde Italia), la de Lucas Martínez (con un permiso especial) y la de Mario Rodríguez (sigue con una lesión en la columna vertebral).
El resto, en la primera parte de la práctica, se dividió en dos. Los jugadores de campo hicieron un trabajo específico de marca y velocidad de reacción/aceleración (supervisados por los profes Mercado y Clavel). Y los arqueros actividad plena de reacción, en la que el propio técnico Martinazzo utilizó pelotas de básquetbol para tratar de despistar con el pique.
Y después llegó la mejor: El partido. Los primeros equipos estuvieron conformados por Páez, Pablo Alvarez, Nalo García y Pascual (pecheras de color rosa) y por el Tuco Abalos, Pablo Martín, Ema García y Ordóñez (pecheras negras). Los cinco arqueros rotaron. Y luego, entre los de campo, entraron Nicolía y Babick. Por momentos resaltó la marca (en especial del primer equipo rosa) y en otros la capacidad para definir.
