Siempre fue parejo y emocionante, pero el éxtasis se fue para el lado de Concepción, cuando el Taco Raed, cayéndose, la empujó al fondo del arco de Unión en tiempo suplementario. Y, como en ese momento estaba vigente el gol de oro, el final llegó sin más remedio. Fue 5-4 e historia concluida. Los rawsinos protestaron a más no poder (hasta se excedieron) ese gol decisivo pero no hubo caso. El Azul de la Villa Mallea pasó a semifinales. Fue un partido parejo que podría haber ganado cualquiera. Lo hizo Concepción y hoy sigue.
