Es difícil imaginar un mundo libre de contaminación. La destrucción de la ecología sigue sin tregua. El planeta experimenta cambios negativos debido al aumento del consumo de los recursos naturales, el crecimiento de la población humana y el vertido de los residuos del desarrollo industrial, en los cursos de agua, en los suelos y el aire.
Las alteraciones climáticas vividas en estos últimos tiempos responden en un 30% a la destrucción de los bosques, el resto, es mayormente por la contaminación causada por la quema de combustibles y acción del hombre. A medida que se tiene más información sobre cómo se está dañando el agua, el suelo y el aire y cómo la contaminación afecta la salud humana, son más las personas conscientes que exigen el respeto al derecho a vivir en ambientes sanos. Si aspiramos a un futuro libre de contaminación, tenemos que estar dispuestos a cambiar nuestros estilos de vida y el derecho lo otorga nuestra Constitución Nacional art. 41 "Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer generaciones futuras.”
Un estilo de vida ecológico, es un sistema de comportamiento en el que cada una de nuestras acciones, debe ir encaminada a cuidar el ambiente y eliminar todas aquellas conductas que pudieran afectar el equilibrio de la naturaleza. Sabemos que el destino de nuestro planeta está en nuestras manos. Si todos incorporamos este mensaje comprometiéndonos, las futuras generaciones tendrían asegurada su conciencia ecológica. A pesar de la infinidad de avatares de la historia de la especie humana, han sido los últimos 50 años, los que verdaderamente más han castigado a nuestro planeta. Y ahora, se pone énfasis a que la historia cambie rumbo en los próximos años.
Argentina pierde sus glaciares a velocidad inusitada. Retrocedieron más de 35 mts. en promedio en los últimos 10 años. La evidencia científica predice periodos de sequías más largos en el oeste y sur del país, lo que afectaría a los cultivos.
La agencia estadounidense de la NASA, muestra videos de cómo a lo largo de 134 años se calentaron partes de la "Tierra” que antes tenían temperaturas bajas.
El principal problema, es que el ser humano, adolece de tener consciencia colectiva. Y es así como la planificación de las megaciudades da pie a imaginar escenarios de ciencia ficción. La aglomeración en los grandes centros urbanos implica estilos de vida generalmente sedentarios y ambientes sociales expuestos a riesgos para la salud, desde la calidad del agua o del aire hasta la contaminación acústica o las enfermedades infecciosas. Por otro lado, mientras más tecnologías sin controles mayor destrucción.
Hay organismos oficiales nacionales, provinciales, municipales e internacional que firmaron el "Compromiso Federal” a través de COFEMA para trabajar en forma transparente en el calentamiento global que desde hace años, bregan para que por lo menos se pueda impedir profundizar este mal mundial. En la currícula educativa también se focaliza este tema. La Municipalidad de la Ciudad de San Juan trabaja con un proyecto ambiental con la Escuela Superior Sarmiento, plantando árboles en la Plaza Laprida. Asimismo muchas escuelas tienen clubes ambientales denominados "Eco clubes” que han proliferado en gran medida. El mundo está cambiando. Cuidemos nuestra casa: el Universo.
YOLANDA QUIROGA, Especialista en educación, escritora y productora del programa" Botica Educativa" Radio Sarmiento.
