El fiscal José Eduardo Mallea y el abogado defensor César Jofré no convencieron ayer a los jueces Héctor Fili, Eugenio Barbera y Ricardo Alfredo Conte Grand (Sala III, Cámara Penal), de que el homicidio cometido por Sara Brizuela (59, foto) contra su pareja, el mecánico Roberto Bernavé Díaz (57) debía castigarse en forma atenuada por encuadrar en la figura del estado de emoción violenta, es decir en medio de un trastorno mental transitorio de tipo emocional, ocurrido como defensa a la golpiza que el hombre le daba y que le impidió comprender lo que hacía. Mallea había pedido 2 años de prisión por ese delito y Jofré 1 año de cárcel, apoyándose básicamente en estudios psicológicos y psiquiátricos realizados por expertos locales. Sin embargo los magistrados parecieron dar crédito, entre otras pruebas, a estudios realizados en Mendoza que ponen a la mujer como manipuladora y con rasgos psicopáticos. Por eso la condenaron ayer a 11 años de cárcel por homicidio agravado por el uso de un arma de fuego, la que usó para matar de tres tiros a Díaz en su casa de la Villa Ferra, Pocito, el 14 de junio de 2009. Jofré dijo que pedirá la revisión del fallo.
