En el marco de los festejos por el 191er aniversario de su independencia, Perú viene sosteniendo uno de los conflictos sociales más importantes de su historia. Y uno de los grandes ejes del problema radica en la futura concreción del proyecto aurífero Conga.
Este se encuentra asentado en las nacientes de una importante cuenca hídrica del país. En virtud de la gran presión social que se respira en distintas ciudades y el constante pedido de un gran sector de la comunidad, todo el gabinete ministerial presentó recientemente la renuncia al presidente Humala. Este, a su vez, declaró ya dos veces el estado de sitio por 30 días en tres provincias debido a las cinco muertes que han producido los violentos enfrentamientos.
Incluso la Iglesia Católica tuvo que intervenir para promover la paz social. Movilizados por el caos general que se viene provocando, el Arzobispo de Trujillo, monseñor Miguel Cabrejos, y el sacerdote Gastón Garatea llegaron a Cajamarca, ubicada a 560 kilómetros al norte de Lima. El viaje tuvo la finalidad de escuchar los argumentos de las autoridades locales sobre por qué se oponen al proyecto minero Conga, a cargo de la empresa estadounidense Newmont.
La intervención de los prelados para mediar en el conflicto en Cajamarca fue una propuesta de Humala, luego de un escalamiento de las tensiones en dicha región, a raíz de violentas protestas contra el proyecto minero. Debido a los fuertes cruces dentro de la provincia, el gobierno decretó un estado de emergencia en esa región con la intención de evitar nuevos desbordes sociales. Sin embargo, desafiando el estado de emergencia que prohibe las reuniones públicas, unas 200 personas se congregaron en las afueras del local donde se desarrollaba la reunión con Monseñor Cabrejos para corear lemas y consignas contra Conga y Humala.
La oposición tajante del sector rural del pueblo cajamarqueño al proyecto minero se debe a que creen que su desarrollo afectará irremediablemente sus fuentes de agua. “Mi posición ha sido siempre abrir puertas al diálogo. Pero no podemos entrar a un espacio donde sólo quieren escuchar las posiciones recalcitrantes de ciertos sectores”, dijo el presidente peruano Humala en canal N, en alusión a los promotores de la protesta que encabezan el presidente regional Gregorio Santos, el ex cura Marco Arana y el ex emerretista Wilfredo Saavedra.
“Antes se oponían a la minería, y ahora se oponen al agua”, agregó el presidente peruano en referencia a las amenazas de los radicales de detener la construcción de reservorios de agua que ejecuta la minera Yanacocha para poder iniciar el proyecto aurífero Conga. Pero el gobierno peruano también lamentó la muerte de cinco civiles en los enfrentamientos con la policía de Cajamarca y criticó el accionar de algunos efectivos que cometieron excesos contra la población. “Algunos policías han fallado debido a la tensión del conflicto y por la inexperiencia han pisado el palito de supuestos líderes que ahora se ponen el cartelito para victimizarse”, concluyó Humala.
