Desde el lunes y hasta el jueves de esta semana se realizó en San Juan una capacitación nacional de Tanatopraxia en la empresa Lanusse y Annechini, en la que participaron representantes de empresas fúnebres de varias provincias argentinas. Se trata de un sistema que permite conservar el cuerpo para que pueda demorar su descomposición final, dando oportunidad a los familiares distantes de rendir el último homenaje al ser querido, o bien que el fallecido pueda ser enviado a grandes distancias para su sepultura como exige la ley.
Esta técnica es cada vez más usada en el mundo porque produce la desinfección total del cuerpo conservándolo y coloreando las células para restaurar el color natural de la piel, retardando la descomposición y evitando malos olores, pérdida de líquidos del cadáver y cualquier tipo de contaminación.
Los asistentes tuvieron una capacitación teórico práctica a cargo de Daniel Caruchio, presidente de la asociación Argentina de Tanatopraxia, Guillermo Mangione, tanatopráxico de Mendoza y Carolina Cardoni especializada en tanatoestética.
+La técnica parte de la desinfección del cuerpo para su preservación, es decir destruir las bacterias, hongos y virus que presente el cuerpo, los que son generadores del proceso de descomposición y otros que son productores de muchas enfermedades. Por eso es cada vez más usado. En Estados Unidos al 99 por ciento de sus óbitos se les practica la tanotapraxia por las ventajas que tiene+, dice Caruchio.
La aplicación de esta técnica es obligatoria para los traslados de cadáveres a nivel internacional, de otro modo no se pueden realizar.
El cadáver se mantiene en condiciones entre 60 y 90 días aproximadamente antes de su descomposición, pero ya sin la posibilidad de transmitir alguna enfermedad o de otro tipo de contaminación.
Sólo las personas con certificación de la Asociación Nacional que se obtiene en este tipo de capacitación puede aplicar la técnica.
