Grupos de muchachas caminando por las calles de ripio en grupos de a tres, de a cuatro, consolándose y con los ojos enrojecidos por las lágrimas. Otras, agitando la cabeza de un lado a otro como buscando una explicación a tamaña desgracia. Vecinos reunidos en las puertas de los negocios, conversando y atentos a cada vehículo que ingresaba a la villa cabecera. En algunas esquinas, abrazos repletos de dolor entre amigos y familiares de las víctimas. Algunos, llorando desconsoladamente. Y en las casas donde la tragedia los golpeó directamente, un severo clima de duelo, con llantos desgarradores. Ese era el triste panorama ayer en la mañana en la villa Santa Rosa, en 25 de Mayo, tras conocer la tragedia que laceró los corazones de sus habitantes. Seis amigos que viajaban desde ese departamento a Caucete a bordo de una Renault 6 se salieron de la calle y se estrellaron violentamente contra una mora ubicada a un costado de ruta 270, en Caucete. Cinco de los ocupantes murieron en el acto y el único sobreviviente quedó internado en el hospital Rawson, fuera de peligro, informaron en la policía y familiares. Después de conocerse la luctuosa noticia, Juan Carlos Quiroga Moyano, el intendente de 25 de Mayo, decretó que ayer y hoy sean días de duelo en el departamento.
Todo pasó a las 4.40 sobre la ruta 270, entre calle Colón y Paso de Los Andes, casi frente a la escuela Andina (o 13), en Caucete. Los fallecidos fueron Silvia Lorena Fernández Riveros (23), Vicente Sebastián Gómez (25), Natalia Velárdez (25 años, sobrina de un comisario), Carlos Alfredo Díaz (26) y Marcela Morales (23), hija del comisario Alberto Morales y hermana del conocido mediocampista del Club Atlético de la Juventud Alianza, Nino Morales. Todos eran amigos y vecinos de Villa Santa Rosa, informaron familiares y en la policía.
Unas horas antes del accidente, el único sobreviviente Juan Mauricio Luna (21) y sus amigos se habían reunido como de costumbre a comer y tomar algo en la casa de uno de ellos. La noche del jueves, fue en la casa de Díaz, en calle Sarmiento, contó Gladys Díaz, hermana del fallecido.
La versión es que después de cenar, los "inseparables’ amigos decidieron ir a comer un pancho a la ciudad de Caucete. Algunos andaban en vehículos propios, pero los dejaron en la vivienda y abordaron la vieja Renault 6 que Fernández había adquirido hace un par de meses, afirmaron las fuentes.
"En lo poco que pude hablar con mi hijo, me dijo que se iban a comer un pancho a Caucete y que al lado de la chica Fernández subieron Gómez y Díaz. En el asiento trasero, del lado izquierdo, la chica Morales, en el medio, la chica Velárdez y en el costado derecho, mi hijo, que iba entredormido y que sintió cuando el auto se coleaba. Después del impacto no recuerda nada más", precisó a este diario Teresita Luna, madre del sobreviviente.
La hipótesis policial es que la conductora viajaba a elevada velocidad hacia el Norte por ruta 270. En ese momento, sobre el departamento lloviznaba y el asfalto estaba mojado. Eso, sumado a la velocidad era en la policía una de las teorías que pudo desencadenar el fatal desenlace, dijeron fuentes policiales.
Lo concreto es que unos 25 metros antes de calle Colón, el vehículo comenzó a colearse y la conductora se desvió hacia su costado derecho. En el asfalto quedaron unos 15 metros de las marcas de las cubiertas y un surco de otros 5 metros sobre la tierra, como un intento de la conductora por frenar el rodado. Pero su esfuerzo fue inútil. La vieja R6 se estrelló contra el costado izquierdo de una gruesa mora y quedó de punta, pegada a un canal de riego y con 5 de los ocupantes sin vida, señalaron.
Un vecino escuchó el estruendo y se acercó al lugar. De inmediato, ese hombre llamó a la policía y unos minutos después una ambulancia trasladó a Luna hasta el hospital caucetero. De allí, lo derivaron al hospital Rawson, donde determinaron que estaba fuera de peligro tras sufrir un traumatismo de cráneo y otras lesiones menores, contó su madre, quien agregó que su hijo hasta anoche no sabía de la muerte de sus amigos.
