Algunos ni siquiera se animan a atravesar la plaza, otros dicen que cuando pasan se les pone la piel de gallina. Esto sucede en el sitio donde a fines de mayo pasado murió electrocutado Ulises Carmona (10). Ahora, hay vecinos que están conmocionados porque dicen sentir “cosas extrañas” en el sitio. Incluso, la mamá del niño contó que ayer pasó por primera vez por la plaza y tuvo un raro escalofrío y que sus piernas se paralizaron.
Pocos son los que se animan a decir qué sucede en la plaza y otros prefieren no hablar diciendo que ignoran el tema. Lo cierto es que la conmoción se palpa en el barrio Teresa de Calcuta, en Pocito. La plaza, que fue escenario de una desgracia, ahora está vacía casi todo el tiempo, porque, según cuentan algunos vecinos, desde ese día perciben “cosas rara”.
Los únicos chicos que se atreven a caminar por la vereda, contaron que ayer un joven del barrio pasó por la plaza y sintió la “presencia” de Ulises. En ese momento, lo único que se le ocurrió fue decir en voz alta que se “fuera al cielo a descansar en paz”. Esto conmocionó a más de uno. Es más, Roque Olmos, uno de los vecinos, contó que el lunes pasado le llamó la atención que durante toda la noche varios perros ladraron en una esquina muy cerca de la plaza. “No se si tenga que ver con el nene, pero hay sugestión”, dijo.
Por su parte, una mujer que vive frente a la plaza, y no quiso identificarse, contó que desde que ocurrió el accidente, los niños dejaron de ir al lugar. “Los padres llaman a los chicos temprano para adentro. Después de lo que pasó con Ulises, todos tenemos una sensación rara al pasar por ahí. Ulises era buen niño. Sí sé que hay algo inexplicable”, dijo.
La familia de Ulises vive a unas cuadras de la plaza. Su mamá, Alicia Olmedo, contó que a ella no le habían llegado los rumores de lo que pasaba en el lugar, pero ayer volvió a pasar por allí, luego del accidente, junto a su otro hijo de 11 años y sintió una sensación “rara”.
“Tobías (su otro hijo), regresó a la escuela tras el accidente. Yo lo acompañé ayer y por primera vez pasamos por la plaza. Viví un momento de escalofrío y las piernas se me paralizaron. Ahí perdí a mi hijo”, dijo la madre con mucho dolor. Y luego agregó, “Ulises era un niño bueno, jugaba todo el tiempo. Él siempre se hacía notar. Se lo extraña pero en casa sentimos paz, porque él era bueno. No se qué puede pasar en la plaza”.
Ulises Carmona había cumplido 10 años el 9 de mayo pasado y nadie imaginó que tuviera un desenlace fatal mientras jugaba en ese lugar con unos amigos. El 25 de mayo recibió una descarga eléctrica de 13.000 voltios al lanzar al tendido de media tensión un alambre con un piñón que había encontrado en el piso. Horas después, murió en el hospital.
