San Juan, 15 de octubre.- Sólo se trata de amor a los animales, de una fuerza de voluntad inquebrantable, de ganas de ayudar, de no poder ni querer verlos sufrir. Grupos de proteccionistas decidieron fusionarse para concretar un gran proyecto: construir un refugio para dar asilo a perros, gatos y aves, víctimas de abandono y maltrato. Entonces, Mundo Patitas, Proteccionistas de Animales Unidos y Unidad Canina de Rescate San Juan se juntaron y crearon la organización Mejores Amigos que actualmente tramita su personería jurídica. Lo que en principio no era más que un sueño, comenzó a gestarse cuando recibieron un terreno ubicado en Angaco, cerca del Santuario de San Expedito, aunque no quisieron comunicar la dirección exacta para ‘evitar que la gente vaya ahora y deje animales en la puerta’. Tiene una hectárea y fue entregado por Nilda Ferreyra, subdirectora de la Casa de San Juan en Buenos Aires.
‘Es una gran animalera y siempre soñó hacer un refugio. Nos ofreció cedernos su terreno a cambio de organizarlo’, dijo Graciela Schvartz, presidenta de PAU a DIARIO DE CUYO. ‘Al día siguiente fuimos a verlo, nos fascinó. En abril comenzó la construcción de ‘El Bosque’. Ella enviaba fondos y nosotros hacíamos las compras y manejábamos a los obreros. Simultáneamente, comenzamos con una rifa para recaudar fondos y así lograr el cierre perimetral. Después vendrá la construcción de los caniles y gatiles, el jaulón de aves, la parquización y el riego’, agregó.
Por el momento, el lugar cuenta con un salón donde funcionará el banco de alimentos y la casa del guardia. Además, ya tienen una mesada y la bacha de acero inoxidable. Resta conseguir una camilla veterinaria, un mueble para botiquín y el instrumental para poder comenzar con los primeros auxilios. Si todo sigue avanzando como hasta el momento, la idea es comenzar a albergar los primeros animales en 2016.
Cómo funcionará ‘El Bosque’
Una vez que perros y gatos estén alojados en el refugio, se les realizará una revisión médica, en la que se le diagnosticarán posibles males. Luego se los vacunará y desparasitará. En los casos de enfermedades contagiosas como moquillo o parvovirus se procederá al aislamiento en un sector apartado del refugio, donde se los medicará. El tema de la higiene también cumple un rol importante, por lo que se los bañará y cortará el pelo. ‘Si son futuras mamás, las alojaremos en un sitio cómodo para esperar la parición. En todos los casos se apunta a mejorar su estado nutricional con un buen alimento‘, manifestó Schvartz.
‘Como el grupo que hemos formado incluye a la Unidad Canina de Rescate, una vez curados, alimentados y esterilizados, se les dará una mínima educación o entrenamiento para que se adapten a un nuevo hogar. En ese momento estarán listos para ser puestos en adopción y allí cerrará el círculo’, indicó la mujer.
Para controlar el ingreso, la idea es que cada animal que llegue tenga su padrino/madrina. Esto significa que quien lo acerque hasta el refugio quede registrado para hacerse cargo de alimento, medicación, asistencia y búsqueda de adoptante. De esta manera se evita que el lugar se convierta en un ‘depósito’ de animales. Para que esto ocurra, no puede haber más de 100 perros y gatos.
Especialistas señalan que un refugio debe proveer un ambiente que facilite y mantenga la salud del animal. Las instalaciones tienen que ser apropiadas para las especies a alojar. Lo mismo ocurre con el número de animales que recibirán atención y el tiempo que se espera mantenerlos en el refugio, siempre con el objeto de asegurar su bienestar físico y emocional. Además, debe preverse la ubicación de entradas y salidas, pasillos y caniles/gatiles de manera de permitir facilidad de movimiento a los cuidadores así como de limpieza, dejando los ambientes dedicados a enfermedades contagiosas lo más lejos posible de la entrada y el resto de las instalaciones de mayor circulación.
El objetivo a alcanzar
‘La idea es a futuro hacer algo similar a El Campito’, dice Graciela. ¿Pero qué es El Campito? Es un refugio ubicado en la zona sur del Gran Buenos Aires. Nacido en 2008, actualmente tiene una población de unos 750 perros, entre ellos 120 discapacitados, a los que se les hicieron carritos a medida. Trabajan voluntarios, que no reciben ningún tipo de salarios. Sólo los mueve el amor por los animales.
Tal como pretende hacer ‘Mejores amigos’, la tarea se inicia con el rescate, continúa con la recuperación y finaliza con la adopción. Como siempre, el objetivo principal es lograr crear conciencia sobre la importancia de la esterilización y el no abandono de las mascotas. El sistema con que funciona el refugio es de ‘puertas abiertas’. Es decir, cualquier persona puede visitar a los animales e incluso formar parte de los voluntarios. En total, el equipo cuenta con 102 personas. Cabe aclarar que jamás, por más gravedad que el caso revista, se utiliza la eutanasia.
