Una de las entidades de mayor prestigio en nuestro país, la Fundación Nuevas Generaciones (integrada por destacadas personalidades de vasta experiencia académica y en la función pública), acaba de presentar una guía práctica que posibilitará, ni más ni menos, controlar la ejecución de las obras públicas que se realicen en nuestro país, con el propósito de que estos procesos sean más transparentes y eficientes.

Según consignan los autores de la iniciativa, puesta a disposición tanto de los gobiernos nacional, provinciales y municipales, como también de representantes de distintos sectores de la comunidad y ciudadanos en general, el seguimiento de una obra pública es fundamental para que ésta cumpla el objetivo específico que le corresponde.

Toda obra pública incluida en un plan de inversiones debe ser planificada, ejecutada y evaluada, sobre todo aquellas que demandan importantes recursos financieros y que generan mayores beneficios sociales. El planeamiento toma en cuenta los aspectos financieros, técnicos y sociales de una obra pública, de manera tal que el proyecto resultante sea el más conveniente desde el punto de vista económico, técnico, ambiental y social. En este proceso deben tenerse en cuenta innumerables aspectos para evitar desviaciones de costos, demora en el tiempo de ejecución y variaciones en la calidad de la obra. Sin embargo, en muchos casos durante la etapa de ejecución de una obra, la información disponible respecto de dichos aspectos resulta escasa, cuando no nula, y poco precisa, dificultándose así las tareas de seguimiento y control sobre ella.

La guía propuesta permite realizar un seguimiento específico de la ejecución de las obras públicas, siguiendo cada uno de los pasos y permitiendo el control por parte del mismo Estado contratista, legisladores o ciudadanos comunes que deseen conocer el plan de realización de una obra destinada a la propia comunidad.

Ocurre a menudo que las obras se demoran, deben ser reformuladas o no cumplen con lo pautado originalmente, pero se hace difícil conocer los motivos, por la imposibilidad de tener acceso a información técnica específica que generalmente no está a disposición de todos.

Sin duda que se trata de una herramienta que tiene plenamente justificada su existencia y a la que deberían acudir todos los sectores interesados en que los fondos destinados a las obras públicas estén bien empleados y se aprovechen de la mejor manera, ya sea que corresponda al Estado nacional o a los gobiernos locales.