La aprobación unánime de automovilistas, peatones y comerciantes del área alcanzada por el sistema de Estacionamiento Medido y Tarifado de la Ciudad de San Juan, señala el acierto de un ordenamiento reclamado desde hace muchos años.

El problema social planteado por los cuidacoches -agudizado desde la última crisis- fue resuelto por el municipio capitalino a través del Programa de Emergencia Ocupacional para Lavacoches, que incluye las opciones de recibir asesoramiento y ayuda para iniciar un micro emprendimiento, o bien trabajar en la comuna. Superada la desocupación que generó la proliferación de los lavacoches y los problemas que la actividad acarreaba, se ha llegado al anhelado ordenamiento vehicular del microcentro.

La posibilidad de estacionar rápidamente -en cuadras antes ocupadas durante todo el día por gente de la zona-, además de tener las calles limpias y secas, tuvo una aprobación generalizada en las consultas de este diario. El efecto más significativo se puede apreciar en la Av. José Ignacio de la Roza, de Entre Ríos a Catamarca, algunas de las nuevas cuadras alcanzadas por el Estacionamiento Ordenado (ECO), que antes eran espacios cautivos del negocio de los lavacoches, con la complicidad de muchos conductores que por sus ocupaciones diarias les dejaban sus vehículos hasta en doble fila.

Ahora esta actividad ilegal y crónica en la vía pública debe desaparecer, aplicando todo el rigor de las normas urbanas. Las necesidades laborales de los involucrados han sido satisfechas, por lo tanto la imagen del caos vehicular no tiene razón de ser.