Si el próximo Día del Trabajador la Plaza 25 se llena de personas que se pegan almohadonazos, no hay que alarmarse. Ni pensar que los sanjuaninos se volvieron locos. Esta guerra de almohadones ha sido organizada para aliviar tensiones y para poner en marcha en la provincia una nueva moda que se está imponiendo en todos los continentes: los "flashmobs".

Desde hace algunos años funciona en la provincia la Asociación Gnóstica de Estudios Antropológicos y Ciencias de América Confederada, cuyo objetivo es ayudar a que las personas logren una mejor calidad de vida, aprendiendo a rescatar los valores morales y a dominar las emociones. Para concretar este objetivo sus miembros han decidido utilizar los flashmobs que son encuentros multitudinarios de personas desconocidas que se reúnen en la calle con el único objetivo de divertirse.

Este movimiento adopta diversas formas desde duelos con pistolas imaginarias hasta danzas silenciosas o guerra de almohadones. Esta última modalidad es la que será utilizada para iniciar los flashmobs en San Juan. "Si bien el fin que se persigue con los flashmobs es la diversión, queremos utilizarlos para ayudar a que la gente aprenda a vivir mejor -explicó Eduardo Chire, miembro de la asociación-. Y a retomar valores como la disciplina y el respeto por el otro".

Según Chire, se eligió la guerra de almohadones porque sirve para descargar tensiones, desenchufarse de la rutina por un rato, hacer un poco de ejercicio y aprender a dominarse, todo sin provocar daño alguno. Y que esto se logrará con la presencia de un coordinador encargado de hacer respetar las siguientes condiciones: sólo podrán usarse almohadones que no tengan, botones ni adornos macizos, pegarle únicamente a quien esté participando de la guerra, comenzar y terminar con los almohadonazos cuando se dé la orden.

La guerra de almohadones será el próximo 1 de mayo en la Plaza 25 a las 12. Durará unos 10 minutos y finalizará con un desmayo de relajación (la gente se tirará de espalda en el suelo) y un fuerte aplauso por haberse animado a participar de un evento tan peculiar.

La convocatoria es para todas las personas que tengan ganas de divertirse sanamente, sin importar las diferencias de edad, raza, nacionalidad, inclinación sexual, discapacidad, religión o clase social.