Figura clave de la era K, el gobernador de Chaco Jorge Capitanich llega a las elecciones de mañana con suficientes chances de ser reelecto.
Hijo de un algodonero, Capitanich llegó a ser señalado como uno de los preferidos para acompañar como candidato a vicepresidente a Cristina Fernández de Kirchner, lugar que finalmente ocupó el ministro de Economía, Amado Boudou.
Para las elecciones de este domingo, Capitanich es el preferido de las encuestas en Chaco, una provincia que estuvo gobernada por el radicalismo por doce años consecutivos, hasta el 2007.
Obsesivo y afecto a las estadísticas si los hay, el “Coqui” Capitanich es considerado una persona muy inteligente. Algunos de sus amigos lo llaman “Coquipedia” y señalan que tiene el presupuesto nacional en su cabeza. Pero, además de inteligente, estudioso y memorioso, sus allegados lo señalan como una persona con calle, hábil para los negocios personales.
Nacido el 28 de noviembre de 1964 en la localidad chaqueña de Roque Sáenz Peña, Capitanich ya se había presentado dos veces como candidato a gobernador por el Partido Justicialista, en 1999 y 2003, en las cuales terminó en segundo lugar.
En esta última ocasión perdió frente al radical Roy Nikisch, que ahora vuelve a enfrentarlo este domingo. Elegido senador nacional por la provincia de Chaco en 2001, Capitanich llegó en 2002 a ser jefe de Gabinete durante la presidencia de Eduardo Duhalde. Por aquel entonces, el chaqueño fue señalado como una figura clave del Gobierno a la hora de decidir el plan de devaluación monetaria que recibió más de una crítica.
Años después, el gobernador chaqueño recordó que la salida de la convertibilidad se hizo “en el contexto de crisis que estábamos” y señaló que “era un contexto en soledad, donde tomábamos decisiones solos, frente a la mirada de todos. Era lo mejor que se podía hacer en ese contexto”.
Luego de que Néstor Kirchner resultara electo en 2003, el chaqueño se pasó del duhaldismo al kirchnerismo. En las elecciones provinciales del 16 de septiembre de 2007 fue elegido gobernador, venciendo al ex-gobernador Ángel Rozas (Unión Cívica Radical).
Hijo de un productor algodonero, Capitanich llegó a ser uno de los voceros más duros contra la protesta agropecuaria. Fue el encargado de leer el comunicado del que acusó al agro de “golpista”. Durante su infancia, los Capitanich llegaron a sostenerse con un almacén que pusieron en su casa. Años después, Jorge se recibió de contador.
En algún momento, los especialistas llegaron a deslizar que Néstor Kirchner pensaba que Capitanich, el gobernador sanjuanino, José Luis Gioja, y su par bonaerense, Daniel Scioli, podían convertirse en herederos de la dinastía K.
En varias ocasiones, el gobernador chaqueño quedó en el ojo del huracán. Entre ellas, los brotes de ira de su ex esposa, la actual diputada nacional Sandra Mendoza, así como las denuncias contra Capitanich por presuntas irregularidades en las transferencias de fondos oficiales hacia el programa Sueños Compartidos, que Sergio Schoklender gerenciaba para las Madres de Plaza de Mayo.
Obras públicas con cuantiosos fondos nacionales; reactivación económica; baja en la mortalidad infantil y en la pobreza, son medallas que Capitanich se cuelga con orgullo. Nikisch le critica haber gastado fortunas en publicidad y encarar “una campaña de miedo, con amenazas de perder planes sociales a quien no vote por ellos”. El ex gobernador se ríe, mientras espera con optimismo los resultados de este domingo.
