Gustavo Cordera trajo a San Juan su caravana mágica, el viernes en Hugo, donde una multitud enardecida disfrutó de un show potente. La masa se fue bamboleando al ritmo de Gustavo Cordera y su nueva banda."El viejo sueño los dejó cansados, sin cosas nuevas… soy agua de río que vuelvo al mar cantando y cambiando’ cantó en "Agua de río" el Pelado, a modo de explicación de su nueva etapa, lejos de Bersuit. "Mi presente es éste, con la Caravana Mágica" subrayó desde el escenario. Y así la Caravana Mágica pareció dibujar mucho más que un disco: es sin duda su nuevo estilo de vida, donde los pijamas quedaron bien guardados.
Visiblemente cómodo en esta formación, entre las que cuenta cuatro mujeres -tres coristas y una tecladista- y hasta un ex jugador de fútbol uruguayo de las divisiones formativas de Peñarol, devenido en guitarrista.
El público de San Juan respondió enérgicamente a la catarata de canciones que fueron surgiendo sin interrupción durante la hora cincuenta que duró el show. Así sonaron La milonga campera "No es que sea viejo", el carnavalito "El lisiadito", y todo fue locura con el tema del verano "La bomba loca" y "Me la juego a morir".
Fue con "En la ribera"- canción de Bersuit- que Cordera, realizó "un homenaje" de la Caravana a sus ex. Aplausos y reacciones exaltadas de un público al que aún le cuesta disociar a Cordera de la mítica banda.
Un pacto para vivir, bien unplugged y "Sencillamente" en clave de cumbia fueron otros de los "momentos Bersuit" que fueron igualmente disfrutables que el repertorio solista.
El público se mantuvo conectado a este Cordera vestido de naranja,cual moderno monje budista -por la pelada-, pintado como para la guerra. Con su carisma y disfrute intacto, interactuó con el público y hasta hizo subir a una efusiva fanática que bailó sensualmente junto a él en "Asalto de cumbia" (ver abajo).
En otro momento del concierto, fiel a su discurso anti imperialista y ambientalista, el cantante se refirió a las potencias "que siguen mutilando lugares sagrados, llenando sus arcas a costa de destruir comunidades indígenas, nuestra agua, nuestros árboles, para sostener algo que se cae", para cantar justamente "El capitalismo se cae".
Hacia el final, Con "Canto" cada integrante de la banda interpretó algunos versos en un una muestra de magnánima coparticipación del estrellato. Pero aunque sean cooperativa de trabajo, y tengan más exposición en el escenario, "el jefe de esta tribu de guerreros", sigue siendo él, el Pelado Cordera.
