La crisis de la ganadería por la caída de las existencias y la intervención del Gobierno nacional en el mercado de la carne afecta con reducciones horarias al 20 por ciento de los cinco mil operarios de las plantas frigoríficas en la provincia de Córdoba. Las plantas que faenaron más de 10 mil animales en enero (Río Segundo, Coronel Moldes, Huinca Renancó) tuvieron descensos de 10,6, 25,8 y 15,9 por ciento, respectivamente. En algunas zonas la caída es de hasta el 50%.
Los efectos sociales se hacen notar en varias localidades, como en Colonia Caroya y Jesús María, donde el frigorífico Col-Car -controlado por el grupo brasileño JBS- paralizó sus actividades el pasado 3 de marzo, lo que afecta a más de 300 trabajadores. Una parte ya optó por retiros voluntarios.
