Al final terminó siendo un caos total. Es que una vez que finalizó el encuentro los hinchas de Belgrano que increíblemente estaban en la platea techada del “Malvinas Argentinas” arrancaron las butacas para arrojarlas como proyectiles al campo de juego. Pese a que existe la prohibición de presencia de hinchas visitantes, los cordobeses asistieron en un número cercano a los 500, aduciendo ser dirigentes de la institución Pirata. Ellos mismos causaron la interrupción momentánea del partido, cuando el árbitro Diego Ceballos lo paró a los 25’ del primer tiempo, pidió que fueran desalojados, pero no obtuvo respuesta, y terminó haciéndoles ademanes para que permanezcan en silencio. El parate duró 5’, aunque nadie se movió de su asiento, y la voz del estadio recordó que no está permitido alentar a los visitantes.
