El día pintaba feo. La noche anterior había llovido y las nubes cubrían la Luna. En la jornada clave, el viento corría fuerte y todos se preguntaban qué pasaría. Pero, al final, el clima se transformó en cómplice de los organizadores y competidores: el viento se llevó las nubes y, después, dejó de soplar. Así, la Luna brilló esplendorosa e iluminó el camino de los corredores y ciclistas que recorrieron el Valle de la Luna al atardecer y por la noche, para participar en la cuarta edición del Desafío Ischigualasto.
Fueron alrededor de 280 los corredores que escalaron, corrieron y anduvieron en bicicleta sobre las formaciones, según comentó Raúl Romarión, uno de los organizadores del evento. Y entre los participantes hubo gente de distintas provincias. "Los que más se destacaron fueron los cordobeses y los mendocinos, porque eran mayoría. Pero también vino gente de Córdoba, San Luis, La Pampa y La Rioja", contó Romarión.
El grupo se reunió en Valle Fértil el sábado por la mañana y partió a Ischigualasto. El viento soplaba fuerte, pero justo al atardecer, cuando comenzó la primera carrera, el clima se transformó en el ideal para la competencia. Y en la madrugada del domingo se pudo conocer a los ganadores. En la general, el primer puesto fue para Cristian Mohamed y Mauro Ayesa, uno de Mendoza y otro de San Juan. El segundo, para José González, de San Juan, y con el tercer puesto se quedó Alejandro Ocampo, también sanjuanino.
