En la actualidad la cosecha de uvas representa un problema para los productores al momento de conseguir operarios. La mano de obra en el campo falta y seguirá faltando a menos que cambien muchas condiciones para el trabajador rural.

Para este tipo de tareas, donde se requiere un esfuerzo físico similar al de un deportista de alto rendimiento, ya casi no queda gente dispuesta a correr con un tacho de uva de 20 kilos al hombro, unos 10 kilómetros diarios, subir y bajar 1.000 escalones, sufrir las altas temperaturas, mosquitos y muchas veces viajando hacinado en la caja de un camión para ganar un salario ‘digno’. Incluso, salvo contadas excepciones, sin contar con los servicios esenciales de un baño y agua para uso personal. Este sistema tradicional ya está caduco, es inhumano y es muy ineficiente.

Frente a este problema, desde fines de los noventa se comenzó a emplear la cosecha mecánica con el uso de máquinas importadas para uso exclusivo en viñas y espalderos. Hoy ya se están comenzó a usar las cosechadoras para parral tipo Puccinelli (una prestigiosa firma la tiene en Mendoza).

Buscando una situación intermedia, el año pasado Adrian Sendra, un joven productor nucleado en su Grupo de Gestión INTA, comenzó a utilizar carros movidos por tractores dentro del parral y que permite menor esfuerzo para los cosechadores ya que caminan menos hacia la descarga de la gamela. Su sistema consiste en el uso de carros con capacidad de 2.000 kilos, volquete hidráulico y una rampa (planchada) diseñada para que el carro, transportado por el tractor, pueda subir y volcar su contenido al camión, ubicado junto a la rampa. Esto permitió incluso que se ejecute la tarea con menos personal.

Este año la firma viñedos y Bodega Arenas SA en Caucete, ha comenzado a utilizar en sus parrales unos novedosos y modernos carros para cosechar uva que se utilizan normalmente como complemento de la cosechadora de parrales Puccinelli. Estas máquinas italianas por medio de una tolva y una cinta transportadora y carros realizan la cosecha. Los carros salen del parral y por medio de un sistema hidráulico de tijeras pueden descargar mediante volquete sobre los camiones y/o acoplados.

‘En este caso, si bien la firma todavía no posee la maquina cosechadora mencionada, hemos comenzado a utilizar los carros realizando una cosecha semi mecánica en la cual el cosechador sin salir del parral descarga las gamelas dentro de los carros que avanzan por dentro del parral y estos a su vez descargan en el camión’, comentó Juan García Pareja Cornejo, encargado de ejecutar esta experiencia piloto de la empresa.

Dijo además que ‘con todo esto facilitamos la cosecha manual puesto que se ahorra esfuerzo físico sin la necesidad de que el cosechador deba salir del parral caminando muchos metros agachado, luego esperar su turno en la fila, subir los 12 escalones del banco de cosecha sumándole los más 20 kilos de una gamela completa. La empresa desea dejar de lado el método de cosecha antiguo, usando un sistema semi-mecánico que mejora el rendimiento del cosechador, además de evitar futuras lesiones y complicaciones corporales. Hemos analizado que se duplica el número de gamelas que realiza un hombre por día desde 60 a 70 hasta 120 a 140 gamelas por jornada laboral de 8 horas. Es decir que se cosecha el doble de gamelas rindiéndole al cosechador mucho mas el tiempo de trabajo’.


Industria nacional

Los carros cosecheros se armaron en la localidad de Caucete. Se usó mano de obra local para construirlos, con la coordinación y dirección de la firma. De esta manera se capacitó y dio trabajo a gente de la zona. Estos carros poseen doble cilindro hidráulico del cual uno es tipo telescópico de cinco etapas, que permite la elevación del sistema de tijeras, con el cual se eleva la caja de carga a la altura de la baranda del camión aproximadamente a 3 metros de altura. Una vez alcanzada esa altura, el segundo cilindro hidráulico de una sola etapa, permite realizar el vuelco de la carga sobre el acoplado y/o el camión. Los carros están diseñados con un ancho y una altura que nos permite entrar dentro de los parrales. Poseen un doble comando hidráulico y un sistema de bomba impulsora de aceite que se acopla a la toma de fuerza del tractor facilitando el manejo sin necesidad de requerir un tractor de más potencia. De esta forma se optimiza el uso de tractores ya que están en funcionamiento más tiempo durante el año. Las ruedas, elásticos, bujes, gatos hidráulicos, caños y chapas para chasis usados son fabricados en la Argentina.