El conflicto entre el Gobierno de Argentina e YPF, controlada por Repsol, se agudizó ayer tras la negativa de la petrolera a destinar beneficios a un fondo para inversiones y el rechazo del Ejecutivo a la decisión de la compañía de hacer una capitalización a partir de ganancias de 2010 y 2011.
El nuevo desencuentro entre el Gobierno y la petrolera tuvo lugar en la reunión de directorio celebrada ayer al mediodía en la sede central de la petrolera, en el barrio porteño de Puerto Madero. El encuentro estuvo encabezado por el presidente de Repsol, Antonio Brufau, con la asistencia del secretario argentino de Energía, Daniel Cameron, y el viceministro de Economía, Axel Kicillof.
El tema central de la cita era la convocatoria de la junta de accionistas que debía pronunciarse sobre el reparto del dividendos de 2011 ante la exigencia del Gobierno de suspender el pago y reinvertir los fondos para aumentar la producción.
En la reunión de directorio de cuatro horas, encabezada por el presidente de Repsol YPF, Antonio Brufau, se decidió por mayoría incrementar el capital social de la compañía con las utilidades remanentes del ejercicio 2010 y de 2011, pero no integrar con éstas un fondo de inversiones para incrementar la producción, tal como pretendía el Gobierno. El representante del Estado argentino en el directorio de YPF, Roberto Baratta, votó en contra de la iniciativa.
Negativo
El viceministro de Economía de la Nación, Axel Kicillof, sostuvo que ‘el resultado de la reunión fue negativo‘, y remarcó que ‘la compañía debe cumplir con los compromisos de inversión asumidos‘. Al respecto advirtió que en caso contrario ‘los yacimientos en los que esto no se cumpla serán revertidos‘ a las provincias y adjudicados a otras compañías‘.
En declaraciones tras la reunión de directorio de YPF, el viceministro refirió que ‘lo que nosotros reclamábamos era un claro plan de inversión‘. En este orden hizo hincapié en que ‘el director por el Estado nacional había expresado su opinión de que la empresa no debía distribuir las ganancias obtenidas durante el ejercicio anterior y durante el 2010 que todavía estaban acumuladas, sino destinarlas a un plan agresivo de inversión‘.
‘En lugar de eso -describió Kicillof- lo que propuso la empresa fue capitalizar la compañía, esto quiere decir emitir nuevas acciones y distribuírselas a los dueños, así que lo que se pretendía era reemplazar una distribución en efectivo que era lo que nosotros le pedimos que no hicieran, por una distribución en acciones‘.
El funcionario agregó que ‘esto tiene también efectos sobre el valor bursátil de la compañía, hasta podría tratarse de una maniobra especulativa, porque una distribución de dividendos en acciones genera cambios en el valor de dichas acciones‘.
Por mayoría
YPF informó que ‘en la reunión se aprobó por mayoría la propuesta de aumentar el capital social, es decir, mantener en la propia compañía -y en el país- las utilidades remanentes del ejercicio 2010 y la totalidad de las correspondientes al 2011 (que en total suman 5.789 millones de pesos) de modo de continuar con el compromiso irrevocable de los accionistas de reinvertir en forma definitiva dichas utilidades en la Sociedad para atender adecuadamente los proyectos y mantener la línea de alto nivel de inversiones de los últimos años.
