Tania Leyes / Dramaturga y directora teatral. Fue parte de un programa nacional de teatro con niños y dió talleres de música y teatro para chicos.

Refugio para las emociones

"Así como se hace música desde que se nace, quizás antes, … teatro también. De hecho, la imitación es una manera de comprender y ensayar la realidad. Por ejemplo, cuando de chicos, jugábamos al papá y a la mamá o a los indios, en realidad nos preparábamos para el mundo real. Lo que hace el teatro es, apenas, tomar ese procedimiento y, según la edad, potenciarlo. Esto es ni más ni menos que la posibilidad para los chicos de ubicar los elementos de la realidad, construir historias, luego criticarlas y finalmente producir hechos artísticos.

Muchos padres acercan a sus hijos al teatro por diferentes razones: porque es tímido, porque es un "artista” cuando quiere conseguir algo, porque no tiene límites. Y está muy bien, siempre y cuando se tenga en cuenta que el teatro no es una fórmula mágica de arreglar problemáticas. En realidad es la manera que permite, por ejemplo, aprender a expresarse sin censura, a esperar para mostrar mi creación, a crear con otros. Justamente en ese contexto el niño va tomando confianza y expresando su mundo interior sin embargo no es directamente proporcional a que salga al mundo y pueda vencer esas dificultades. El teatro es un refugio para las emociones, es ese lugar dónde podemos mostrarnos cómo somos al imitar a otros”.

Fabricio Montilla / Musicoterapeuta y clown. Dió talleres de música, teatro y plástica para chicos de 3 a 7 años.

La infancia como base creadora

"Creo que el teatro a través del juego da muchas herramientas para crecer: los ayuda a conocer y controlar sus emociones, estimula la imaginación, la creatividad, la concertación, es importante el rol sociabilizador de la actividad y también como espacio para aprender valores de convivencia. Los chicos me demostraron en cada actividad su forma desprejuiciada para crear historias, canciones y dibujos.

No hay una edad ideal para empezar a hacer teatro, aunque la estimulación por medio de juegos expresivos-teatrales puede comenzar antes del pre-escolar ya que la infancia es un buen momento para explorar y desarrollar nuestras posibilidades como seres humanos creadores. Y eso sí, no hay que abandonarlo nunca”.

Pilar Murcia / Profesora de teatro para chicos


Un lugar para conocerse

"De la mano de Oscar Kumel tuve la oportunidad de iniciarme, hace mucho tiempo ya, como responsable de talleres para chicos, una oportunidad única para disfrutar de las posibilidades expresivas que tienen los más pequeños, que son inagotables. Estos espacios son una puerta abierta hacia la libertad para hacer, para explorar y explorarse, para investigar sobre qué les gusta, para adquirir confianza en sí mismos, todo esto bajo una premisa de respeto por uno mismo y por el compañero, pero a su vez con respeto hacia los tiempos y espacios. Como el trabajo con niños se hace a partir de disparadores como cuentos, roles, lugares, personajes -y no obras porque son pequeños- sus aportes y trabajos son maravillosos, creativos y básicamente sorprendentes.


Ariel Sampaolesi / Actor, dramaturgo y director. Participó en programas nacionales con alumnos de escuelas de La Bebida.


Oportunidad para descubrir vocaciones

"Ya sea el interés por el fútbol, la pintura, la danza o el teatro, es buenísimo que los adultos estimulen a sus hijos desde pequeños a concretar ese deseo de aprender o practicar y fundamentalmente que se incentive "ese algo” que los moviliza a los niños por tal o cual actividad. Eso sin lugar a dudas los ayudará a definir lo que quieran hacer en sus vidas profesionalmente hablando y como consecuencia serán personas felices. Porque la experiencia indica que no hay peor cosa que trabajar en lo que a uno no le gusta, es lo más frustrante, quizás.

No puedo opinar científicamente porque no soy psicólogo ni psicopedagogo, pero mi experiencia me permite sugerir que a través de las técnicas de los juegos y las estrategias teatrales, un chico aprende en los talleres a disfrutar de un momento placentero, pero que tiene reglas que todos deben respetar. Es muy fuerte, verlos adueñarse de escenarios. Sorprenden”.


Andrea Huertas / Actriz y profesora de teatro de chicos. Trabajó con jardines maternales en puestas en escena y capacitó a maestras jardineras.

Derribar mitos

"Yo tuve la oportunidad de derribar el mito que los pequeños no pueden hacer teatro. Sí que pueden y es una experiencia maravillosa para los adultos que los podemos ver y para ellos, es algo cotidiano, es un juego más, que les permite potenciar la espontaneidad, la fantasía y la imaginación propia de la infancia. Nadie mejor que los niños para jugar. Sin lugar a dudas, es un trabajo muy lindo y enriquecedor. El teatro ayuda a enfrentar temores, descubrir capacidades, a independizarse de la mamá. Permite intercambiar ideas, planteos, buscar alternativas. Da pertenencia a un grupo, permite tomar conciencia del cuidado del cuerpo, del espacio, del otro. Nos enseña a ser solidarios, a esperar el turno, a aceptar, a escuchar, a respetar. Es un proceso en donde se pone el cuerpo, el alma y el corazón todo. Y eso es crecer. No aspiro a que de mi taller salgan estrellas o personas famosas, todo lo contrario. Trabajamos desde lo humano para que los chicos sean felices. Y quién dice, quizás actores de profesión cuando adultos”.

Liliana Gutiérrez / Directora de Stars

Un mundo de sensaciones

"Cuando un niño o adolescente toma contacto con una disciplina escénica, despierta en él, "un mundo nuevo" lleno de sensaciones, magia y color. Creo que sólo descubriendo sus talentos artísticos, entenderá todo el abanico de posibilidades que es capaz de realizar y potenciar.

El teatro es una experiencia sanadora, de afirmación y aceptación del propio "yo”, tan necesario en el proceso de crecimiento, en el que niños y jóvenes son vulnerables a las burlas de sus pares y a las presiones sociales. Estoy convencida que una persona que recibió educación artística como parte de su formación, cuando adulto, es, sin lugar a dudas, un profesional creativo, cualquiera sea la profesión elegida. Se diferenciará del resto en la rapidez para resolver conflictos, en su eficiencia, en su seguridad y en el permitirse innovar”.