Los datos surgidos de la autopsia y otros indicios hacen sospechar a los investigadores que Lucía del Carmen Arancibia dormía al momento en que fue asesinada por su marido Eduardo Angel Sigalat en su casa de Santa Lucía. Supuestamente no pudo defenderse cuando la atacaron a golpes. La hipótesis del crimen sigue siendo el drama pasional, producto del desgaste de la relación y los celos.
Eduardo Sigalat (44), aún grave e internado tras su intento de suicidio, quedó como único sospechoso del asesinato de Lucía del Carmen Arancibia (32). Y eso se reforzó con el allanamiento realizado por los investigadores de la Seccional 29na. -a cargo del inspector Juan Guaquinchay y el comisario inspector Rolando Cardozo- a última hora del lunes en casa del matrimonio en Villa Urquiza. Ahí descubrieron rastros de sangre en la pared del dormitorio y hallaron un buzo de Sigalat manchado con la misma sustancia, revelaron fuentes del caso. Encontraron un guante de goma y una media, que coincidiría con otro guante y otra media que aparecieron cerca del cadáver, en un desagüe situado a unos 3 km. de la casa familiar, dijeron. Constataron que la sábana y la almohada con sangre que también estaban junto al cuerpo, pertenecen a la cama de la pareja, señaló un investigador.
Una teoría que manejan los policías y el juez José Atenágoras Vega -Cuarto Juzgado de Instrucción- es que la mujer fue asesinada mientras dormía. Evidentemente ella estaba en cama: su cadáver vestía una chomba blanca, un pantalón piyama o tipo calzoncillo largo y medias, dijo la policía. Según su familia y la policía, el forense Eduardo Recabarren estableció en la autopsia que Lucía tenía un golpe a la altura de la frente y el rostro, y otro en el costado izquierdo del cráneo. Esas fueron las heridas mortales. No habían signos que indicaran que peleó o se defendió, dijeron. Sigalat tampoco mostraba marcas en el cuerpo o huellas de haber protagonizado una pelea, señalaron las personas que lo vieron el domingo. Lorena, hermana de Lucía, aseguró que "la otra vez que Eduardo le pegó, ella se defendió y hasta lo rasguñó".
Todo lleva a suponer que el crimen se cometió en la casa, el mismo domingo en la madrugada. En teoría, luego Sigalat habría llevado el cuerpo hasta el desagüe y dejó la moto cerca de un canal. Pero cuando la familia de Lucía fue a buscarla al mediodía y empezó a preguntar dónde estaba, él supuestamente inventó una coartada: envió mensajes de texto desde el celular LG de ella -ese aparato aún no aparece- a su propio teléfono móvil y al de la madre de Lucía con la versión de que se iba con el "amante". Después fue a denunciar que lo había abandonado y, cuando se vio en aprietos, quiso matarse ahorcándose.
