Eduardo Jara, uno de los dos prófugos en el caso por el crimen de Antonio González, se entregó ayer acompañado por su abogado en Tribunales. Sobre él pesa la sospecha de que acompañaba en el auto a los dos hombres que perpetraron el asesinato contra el empresario y ex campeón de patín carrera en su inmobiliaria de Avenida Libertador a principio de este mes, indicaron fuentes policiales.
Fue minutos después de las 14 de ayer, cuando Eduardo Javier Jara (29) apareció junto al abogado Horacio Merino en la mesa de entrada del Cuarto Juzgado de Instrucción. El trámite de identificación fue rápido y no pasó mucho tiempo que los policías lo esposaron y lo mandaron preso a la Central de Policía. "No se presentó antes porque tiene sus hijos muy enfermos. Va a responder todo, no tiene absolutamente nada que ver con el hecho que se investiga. Y tiene para demostrarlo. La noche que sucedió el crimen estaba en el hospital con sus hijos, y de eso hay constancia", reveló el letrado.
Jara tiene antecedentes por delitos contra la propiedad y es señalado como amigo del prestamista Jorge Rubén "El Ruso" Rezinovski, quien el lunes último fue procesado acusado de colaborar prestando su auto Ford Escort a la banda que cometió el asesinato. Ambos se conocieron mientras estuvieron detenidos en la Seccional 1ra.
Contra Jara existe la sospecha de que acompañó a Ramón Roque Escudero -procesado como presunto autor material del homicidio- y posiblemente a Jorge Quinteros, quien sigue prófugo, indicaron fuentes policiales. Se cree que estos dos últimos son los que entraron a la inmobiliaria la noche del 1 de julio último. Ahí, según la hipótesis de la investigación, Escudero encaró a Emanuel González -el hijo del fallecido- que le abrió la puerta. Y supuestamente lo siguió hasta una oficina, donde se encontró con Antonio González y le efectuó tres disparos, uno de los cuales lo mató. También intentaron herir a su hijo, pero no lo consiguieron y escaparon a la calle. En esa trama, la sospecha es que Jara los aguardaba en ese auto Ford Escort sobre España, casi Libertador.
Por ahora, en la Policía dicen tener esclarecido en parte quienes colaboraron o ejecutaron el crimen, que están convencidos que fue por encargo, pero les falta determinar cuál fue el móvil. Y sobre esto hay distintas hipótesis: un conflicto entre González y un empresario bonaerense por una finca de Pocito, una denuncia contra la víctima por un supuesto fraude de 3 millones a una mutual, y una disputa legal que mantenía el empresario con un ex diputado.
