Hubo lágrimas. Las de la sorpresa, las de la indignación, las del dolor de los familiares del asesinado Mauricio Tello: ayer no entendían por qué ese sujeto, Juan Marcelo Leiva (28 años), al que señalan como el asesino, al que culpan de la destrucción, las desgracias y las continuas amenazas contra la familia, quedara en libertad, absuelto por la mayoría de los jueces de la Sala III de la Cámara Penal. Lágrimas hubo también en el acusado: "se hizo justicia, que Dios los bendiga (a los familiares de Tello), yo también perdí un hermano", alcanzó a decir, cuando salía fuertemente custodiado por la policía de la sala de audiencias luego de escuchar el veredicto. Leiva, estaba preso desde el 30 de julio de 2008.

"¿Por qué va a quedar libre ese delincuente? ¿por qué?, si mató a mi sobrino, destruyó mi familia… ¿cómo le digo a mi hermana (María Cristina, enferma de cáncer) que el asesino de su hijo quedó libre? ¿Por qué le creen a ese mentiroso?, esto estuvo arreglado, no tiene otra explicación, los jueces son unos corruptos", disparó, indignada Liliana Tello. "No puede quedar libre ese hijo de p…", sumó su queja a su vez Karina Marambio, esposa y madre de los dos hijos de Tello.

"Estoy totalmente disconforme y sorprendido por el fallo, ahora voy a esperar a conocer los fundamentos para ver si recurro (ante la Corte de Justicia), porque había suficiente prueba para condenarlo", dijo el fiscal José Eduardo Mallea, quien había pedido perpetua para Leiva.

La misma pena había solicitado el defensor oficial Mario Vega (actuó como abogado de los Tello) por los delitos de homicidio agravado (matar por despecho por no conseguir el robo), tentativa de robo agravado y portación ilegal de arma de guerra. Vega también se mostró sorprendido y, como Mallea, tampoco descarta recurrir ante la Corte.

Fueron los jueces Héctor Fili y Ricardo Alfredo Conte Grand quienes resolvieron la absolución y la inmediata libertad de Leiva (Eugenio Barbera votó por la condena). Y aunque los fundamentos de su fallo se conocerán el próximo 20 de mayo, todo indica que adhirieron a los fundamentos del defensor Rolando Lozano, quien había pedido la absolución de su cliente.

"Se falló conforme a derecho, debían absolver y así lo hicieron. Es un fallo totalmente justo", dijo Lozano. El miércoles, en su alegato, Lozano había calificado de "contradictorios y mendaces" los dichos un testigo clave en el caso, el hermano de Tello, Abel Palacios, igual que la versión de la mujer del fallecido, Marambio.

A pesar de que el joven dijo que jamás se le olvidaría la mirada y la barba tipo candado que luego Leiva se rasuró, Lozano consideró que mintió porque habló de distintos colores de piel y de distintos sospechosos. Y que a Leiva lo señaló luego de identificar en fotos a otros dos sujetos que tampoco se ajustaban a las descripciones que dio. También remarcó que la mujer de Tello señaló a Leiva en fotos y en Tribunales no lo reconoció como el homicida.

Leiva, autodefinido cartonero de toda la vida, con 32 causas abiertas y al menos 28 detenciones, siempre dijo que no era el homicida. Es más, se entregó confiado en su "inocencia" y cuando fue a Tribunales tras su detención en 2008, desafió: "Que hagan los reconocimientos que quieran", dijo, minutos antes de que el hermano de Tello lo señalara.

Todo había ocurrido minutos después de las 14 del 29 de junio de 2008 en la pequeña carnicería que Tello tenía en Alvear y Doctor Ortega, Rawson, cuando entraron dos delincuentes y uno lo atravesó de un disparo, mientras gritaba para pedir ayuda.