Buenos Aires, 15 de febrero.- Cristina Kirchner encabezó un acto en la localidad santacruceña de El Calafate como parte de las actividades de la 138° edición de la fiesta de Aniversario del Bautismo del Lago Argentino. Y aprovechó el evento para dejar en claro que está dispuesta a soportar los ataques que -entiende- sufre su administración.
En el tramo final de un discurso en el que destacó la labor de Néstor Kirchner en el sur del país, la jefa de Estado aprovechó el grito de un militante (a los gritos resaltó la necesidad de poblar la Patagonia) para bajar un mensaje que no tuvo un destinatario puntual pero apuntó a recordar su fortaleza.
"Esto no es para blandos, por eso, cuando se asombraban de lo que hizo ese hombre desgarbado y flaco, y de los que aún se asombran de cómo aguanto todo lo que tengo que aguantar, les digo que aprendí acá en la Patagonia, con el viento, el frio, la nieve y el olvido", señaló la mandataria.
En el mismo sentido, la Presidente apuntó: "Quiero decirles a todos con esta vela que me regaló mi querido padre (sacerdote) Lito, que también nosotros somos más importantes que los reflectores, que las cámaras y que lo que pueda decir un diario".
"Estas velas van a estar siempre encendidas en el corazón del pueblo y siempre va a haber un argentino que, cuando quieran avanzar sobre nuestros logros,volverá a encender la vela para que nunca más se apague la llama de la patria", concluyó.
Tras haber inaugurado este sábado el Anfiteatro del Bosque, ocasión en la que evitó hacer mención a la imputación que hizo en su contra el fiscal Gerardo Pollicita, la mandataria dejó habilitado el Hospital de Alta Complejidad de El Calafate. El edificio tiene más de 18 mil metros cuadrados y tuvo un costo de $300 millones.
En el mismo acto, la jefa de Estado también inauguraró un barrio de 100 viviendas, y dejó habilitada oficialmente la ampliación de la costanera del Lago Argentino.
