La noche del domingo 11 de agosto, cuando el resultado de las PASO abría impensados interrogantes en el corazón del kirchnerismo, nadie podía imaginar que gran parte de la campaña para las elecciones legislativas que culminan hoy, encontraría a la presidenta, Cristina Fernández, afuera de la cancha. Tampoco se la verá emitiendo su voto ya que tiene su domicilio legal en Río Gallegos y, por prescripción médica, tiene prohibido volar.
El apoderado del PJ, Jorge Landau, ya adelantó que Cristina tendrá que presentar un certificado médico para justificar el faltazo en las urnas. Pero hoy, lo más importante es su salud. Se sabe que su post operatorio transcurre dentro de los “parámetros normales”, sin embargo, será sometida a nuevas pruebas para evaluar su condición cardíaca. En este contexto, cuesta imaginarse una reaparición pública de ultima hora de la Presidenta, más teniendo en cuenta que ya se confirmó que, sea cual fuere el resultado, no estará acompañando a sus candidatos en el búnker kirchnerista la noche del domingo.
Alejada no sólo del ejercicio de función de Jefa de Estado y de la campaña, Cristina se recluyó en la quinta de Olivos, y según cuentan sus ministros, no consume nada de noticias: ni diarios, ni radios ni TV. No está confirmado, pero tampoco estaría incursionando en las redes sociales donde CFK había encontrado -a través de Twitter-, un espacio a medida para despacharse a sus anchas y sin filtros. Tampoco se le cuenta acontecimientos de la realidad nacional que pudieran alterar su recuperación como el choque del tren de la línea Sarmiento en el barrio porteño de Once que causó 99 heridos. En consecuencia tampoco se le informó del adelanto en la estatización de ese servicio anunciado por el ministro Randazzo.
Tan severo es el confinamiento, que todos los ministros y legisladores que hablan sobre como transcurren los días de Cristina en Olivos hablan de segunda mano, como cada uno de ellos admite. El vicepresidente a cargo del Poder Ejecutivo, Amado Boudou; el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina; el senador, Aníbal Fernández; el senador, Daniel Filmus; el gobernador bonaerense, Daniel Scioli; y el principal candidato K a diputado nacional, Martín Insaurralde, destacaron en todo momento que lo que saben sobre la salud y reposo de la Presidenta es por boca de sus familiares y allegados.
Desde aquella foto de alto impacto que dio la vuelta al mundo, que desnudó un rostro de angustia y sufrimiento, cuando regresaba al Favaloro para la intervención quirúrgica, Cristina no ha vuelto a mostrarse en público. Y a pesar de su pasión por la política se cree que no alterará su reposo estricto. Quizá lo único que se pueda esperar hoy de la Presidenta es un comunicado, a modo de mensaje, para el Pueblo argentino.
