La reciente recordación del Día Mundial del Agua, establecido por las Naciones Unidas para crear conciencia acerca de un recurso cada vez más escaso por excesos de consumo y alteraciones de los ciclos naturales por efecto del cambio climático, originando sequías prolongadas, como la que afecta a nuestra provincia, dio como resultado un estudio realizado por 31 organismos especializados de la Unesco y dice que en los últimos años hubo avances en el acceso al agua potable y al saneamiento, pero persiste la tensión en torno al recurso y será más evidente por el incremento demográfico.

El plan de la ONU sólo pone acento en el agua y el saneamiento, por lo que se pide ampliar los objetivos en torno a la calidad del agua, la gestión de las residuales y la prevención de catástrofes naturales. Esto último ha impactado en la Argentina en los últimos meses, con grandes desbordes por lluvias atípicas, como el caso de Córdoba y otras zonas, que no cuentan con obras de contención o drenaje.

El organismo recuerda que el agua es fuente de desarrollo económico pero éste, a menudo, precisa de fuertes cantidades del elemento, bien para regadíos agrícolas, bien para producción energética, pero es necesario encontrar un equilibrio para alcanzar una sustentabilidad que se sigue ignorando. Por otra parte todavía quedan 748 millones de personas que no tienen acceso al agua potable, es decir preservada de contaminación, siendo las primeras víctimas de esta situación los pobres y los marginados.

Los autores señalan al sector agrícola como el que más cantidad de agua consume y deberá incrementar su producción un 60% para 2050, lo que provocará una mayor tensión en el acceso al agua. También crecerá la demanda de productos manufacturados, un sector cuyas necesidades del líquido elemento se incrementarán un 400% en ese periodo.

A ese aumento de la demanda se suma una gestión defectuosa que debe ser erradicada para evitar que persistan los regadíos intensivos y que muchas aguas residuales queden contaminadas por el uso de pesticidas y productos químicos

cerca de cursos fluviales. Como si fuera poco, el 20% de las aguas subterráneas del planeta está siendo explotado de forma abusiva, sumándose el ataque del calentamiento climático en forma de una elevada evaporación por la mayor temperatura global.