El recorte presupuestario dispuesto por la Nación tanto para la obra pública como para el reacondicionamiento y mantenimiento de las escuelas y la educación en general plantea un panorama preocupante en el inicio del ciclo lectivo, ya que por más que hay algunos gobernadores como el de nuestra provincia que ha anunciado una importante inversión del orden de los $4.600 millones para tener las escuelas en condiciones para el inicio de las clases, muchos establecimientos quedarán fuera de estos programas de obras. Es ahí donde surge la necesidad de que todas las comunidades educativas de las respectivas escuelas se hagan eco de este requerimiento y colaboren, de alguna manera, con tareas de mantenimiento, pintura y limpieza en general de cada uno de los edificios escolares.

Ya en una época de crisis, hace algunas década, los padres, comerciantes y la comunidad en general supo colaborar con la educación aportando materiales didácticos, especialmente tizas, papel, lápices y lapiceras y otros materiales escolares que muchas escuelas y chicos no disponían y que por la difícil situación económica del momento sus padres tampoco los podían comprar. Fue un momento en que todos colaboraban para hacer posible el dictado de clases y que los niños pudieran seguir con normalidad asistiendo a clases.

Ahora la situación es similar y hay escuelas que no podrán contar con vidrios en sus ventanas, las aulas y los pizarrones debidamente pintados, ventiladores para el verano o calefacción para el invierno, si los padres y demás integrantes de la comunidad educativa efectúan un aporte de materiales o mano de obra conforme a sus posibilidades.

El ejemplo lo ha comenzado a dar el gobierno de Entre Ríos, que ha lanzado una campaña denominada "cruzada por una mejor educación" con la que convoca a la población a colaborar con trabajos de limpieza, pintura, mantenimiento y desinfección.

Por otra parte, una iniciativa que ha dado que hablar es la de dos porteras del departamento Chimbas, que al observar el mal estado de la pintura del establecimiento en el que trabajan decidieron hacer una campaña de recolección de material para encargarse ellas mismas de pintar algunos sectores de la escuela Enrique Pestalozzi. Teresa Carrizo y Sonia Ferreyra solicitaron ayuda económica al personal docente y directivo y también hicieron su propio aporte para la compra del material necesario para dejar la escuela en buenas condiciones antes de que comiencen las clases.

Cuando se dice que la educación de los chicos es un asunto de todos, es porque no hay que quedarse esperando que todo venga del gobierno, cuando lo que está en juego es la formación de los niños. Es el momento en que hay que darse cuenta que sin el apoyo de todos la educación no puede ser de excelencia y que la menor colaboración cuenta para que los chicos puedan recibir los contenidos en condiciones adecuadas.