La más esperada de las reformas impulsadas por el presidente Raúl Castro fue divulgada ayer por el diario oficial Granma y el sitio oficial www.gacetaoficial.cu, detallando que las nuevas normas eliminarán el permiso de salida y la denominada
Carta de Invitación.
Ambos requisitos son dos de los mayores obstáculos que han enfrentado por años los cubanos para salir de la isla, aunque posean un visado para ingresar al país de destino. Un permiso de viaje cuesta ahora unos 150 dólares y las invitaciones desde EEUU han llegado a costar entre 150 y 190 dólares.
Actualmente los cubanos residentes en la isla necesitan un permiso de salida que otorga el Estado y una invitación para viajar por asuntos personales. Cuba fijó restricciones a los viajes al exterior desde 1961 para tratar de detener la emigración masiva de sus ciudadanos tras la revolución liderada por Fidel Castro en 1959.
Desde entonces, esta es la primera flexibilización a la política de viajes de los cubanos al exterior, que hasta el presente sólo pueden salir legalmente del país para misiones oficiales o cuando son invitados por familiares que residen en el exterior.
Las nuevas reglas estipulan que a partir del 14 de enero en Cuba ‘sólo se exigirá la presentación del pasaporte corriente actualizado (cuyo precio se eleva de 55 a 100 CUC, moneda fuerte casi equivalente al dólar) y el visado que exija el país de destino.
Además extiende de 11 a 24 meses el tiempo máximo permitido de permanencia en el exterior para los residentes en Cuba que viajen por asuntos particulares. Si exceden de ese tiempo sin que soliciten prórroga o retornen al país, serán considerados ‘emigrados‘, según la nueva norma. A los niños no se les limitará salir de la isla temporalmente. Según el artículo 23, determinados ciudadanos no podrán obtener el pasaporte ‘cuando razones de Defensa y Seguridad Nacional así lo aconsejen‘.
