En la anterior presentación de Desamparados, hace 3 semanas, frente a Alumni, el esquema inicial era un clásico del fútbol argentino: 4-3-1-2. Si bien el cambio táctico se produjo en la fecha anterior en Paraná, ayer fue la presentación ‘en sociedad’ del nuevo esquema de 3-4-1-2.

La opaca actuación del equipo en el primer tiempo hizo dudar a los espectadores. Que sirva como ejemplo, la ubiación de Luciano Córdoba (que no jugó la fecha pasada por estar suspendido), quien arrancó como un media punta que muchas veces se terminaba anulando con Lucas Ceballos, ahora de carrilero.

¿El esquema condicionó al funcionamiento? Para el técnico, Mauricio Magistretti, esa no fue la razón: "El esquema no fue el problema. El equipo no tenía precisión y perdía facilmente la pelota. Y por mas planteo que se haga, si no tenes la pelota… no hay que culpar al esquema. Fue el mismo esuqema en el segundo tiempo y ahí Sportivo bajó la pelota y fue entonces que llegó. Esa fue la deuda de hoy (por ayer)", aclaró el técnico.

Y también argumentó, reconociendo espontáneamente que el equipo no jugó bien en el primer tiempo, que faltó mayor actitud: "el equipo estuvo timorato a la hora de hacer circular la pelota. En algún momento estábamos atrás y las segundas pelotas las ganaba Rafaela (9 de Julio), salía jugando y eso nos complicaba. En el segundo tiempo, el equipo se adelantó unos 15 metros y el ingreso del ‘Petinato’ le dio otro juego".

Sportivo genero pocas chances de gol y para el técnico "en el primer tiempo, iniciábamos la jugada y la queríamos terminar por el mismo lugar, cuando, en la teoría, eso no íbamos a hacerlo. En el segundo tiempo, se buscó mucho con centros, porque no era fácil llegar con mucha gente, pero también hubo 10 minutos en los que el equipo llegó por abajo, lo que tendríamos haber hecho desde el comienzo, pero no se pudo".