El riego: es muy importante cuando están en floración, se deben dar cuando la tierra está seca o una vez por semana, y en forma abundante para que el agua llegue hasta las raíces. Los riegos deficientes debilitarán la planta dando flores pequeñas con cortos períodos de floración. Es importante que un día de viento zonda o de temperaturas altas, el rosal tenga su pie bien húmedo.
La tierra: Debe mantenerse carpida, evitando las grietas naturales. Los yuyos se sacan con la mano en forma permanente.
Las plagas y enfermedades: La observación del rosal es la clave en los meses cálidos ya que es frecuente que lo ataquen los pulgones, arañuelas y hormigas. Los hongos más comunes son: oidio, roya, mancha negra y roya.
Pulverizaciones: Para las desinfecciones el tiempo no debe ser muy soleado, ni debe soplar mucho viento. Durante la época de floración conviene pulverizar a última hora de la tarde. Las plantas deben estar secas, no mojadas, para aumentar el poder de los remedios. Se hecha por el envés y haz de las hojas hasta que el producto empiece a gotear. Se recomienda utilizar un pulverizador bueno y además quien lo coloca debe tener la indumentaria correspondiente.