Según las últimas mediciones vinculadas a las condiciones climáticas, la Tierra se encuentra en uno de los peores momentos con temperaturas récord a nivel mundial y fenómenos cada vez más extremos que afectan a la población en distintas partes del planeta. El hecho de que la temperatura de la Tierra aumentara por encima del umbral de los 2ºC, conforme a mediciones del Servicio de Cambio Climático "Copernicus" de la Unión Europea, ha generado una ola de preocupación que ha llegado a ponerse de manifiesto en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP28), realizada recientemente en Dubái, donde el tema fue analizado con preocupación por las implicancias que puede tener en las distintas facetas de la vida humana.
Pese a los acuerdos alcanzados durante la COP28 que, no se sabe, si serán suficientes para contrarrestar la difícil situación planteada en todo el mundo, se ha dejado en claro que lo que se está buscando es corregir el rumbo de los acontecimientos para evitar consecuencias más grave en nuestro ecosistema. En relación al aumento de la temperatura por sobre los 2 grados, hay científicos que han advertido que podrían tener impactos catastróficos e irreversibles para el planeta, de los cuales puede resultar imposible volver a un estado inicial un poco más favorable para el mundo.
En la COP28, en la que se reunieron 117 estados el acuerdo más fuerte para intentar cambiar las condiciones climáticas de la Tierra fue el compromiso de triplicar la capacidad mundial de energías renovables para el año 2030, como vía para reducir la proporción de combustible fósiles en la producción mundial de energía. El objetivo es descarbonizar el sector energético, fuente de las 3/4 partes de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, mediante la expansión de la energía nuclear, la reducción de las emisiones de metano y la restricción de la financiación privada de la energía de carbón.
El hecho de triplicar las energías renovables también ayudará a eliminar los combustibles fósiles emisores de CO2 del sistema energético mundial para 2050 a más tardar.
Para muchos países y grupos ambientalistas lo acordado en Dubái es sólo la mitad de la solución. Aunque el despliegue de energías renovables como la solar y la eólica lleva años creciendo en todo el mundo, el aumento de los costos, las limitaciones laborales y los problemas en la cadena de suministro han obligado a retrasar y cancelar proyectos en los últimos meses.
Respecto de la energía nuclear, durante la cumbre hubo países que firmaron una declaración con el objetivo de triplicar la capacidad de energía nuclear para 2050. La consigna es que el mundo no puede alcanzar las emisiones "netas cero" sin construir nuevos reactores. Esto no quiere decir -aseguran los expertos- que esta sea la alternativa definitiva a cualquier otra fuente de energía, pero no se puede llegar a cero emisiones netas en 2050 sin algo de energía nuclear, del mismo modo que no se puede llegar sin algún uso de la captura, utilización y almacenamiento de carbono.
