Juntaron monedas, organizaron fiestas juveniles y hasta limpiaron el patio de la casa de sus vecinos para recaudar fondos para construir el templo para Santa Rosa. Así, hace casi 20 años (el próximo martes se cumple el vigésimo aniversario) los fieles de la patrona de 25 de Mayo lograron que el templo estuviera de pie. Hoy es el orgullo de todos los que cumplieron ese sueño. ‘Si bien las actividades estuvieron coordinadas por una comisión de la iglesia, todos los vecinos ayudaron. Algunos ya murieron y otros seguimos dándole una mano a Santa Rosa‘, dijo Rosa Becerra, una de las mujeres que estuvo en la comisión Protemplo (nombre que se le puso al grupo) y que ahora es la encargada de recolectar rosas para que en la procesión del próximo 30 de agosto la santa esté bien decorada (ver aparte). El día de la procesión habrá un rezo especial en honor de todos los que ayudaron a levantar la parroquia.

El primer templo de Santa Rosa estaba ubicado en el mismo lugar del actual y su estructura era similar al de ahora. Según la gente de la zona fue inaugurado en 1936. Años después, con el terremoto de 1977 parte de esta iglesia quedó en el suelo. ‘El campanil se rompió por completo. Después los militares -que estaban en el gobierno-, dijeron que el templo tenía muchas grietas y lo tiraron abajo con bombas‘, dijo Becerra, que recuerda esos años con mucho dolor. Desde la iglesia dijeron que fue un momento que marcó a casi todos los vecinos, pues la mayoría de los veinticinqueños son fieles de Santa Rosa.

Después de años que en los que la santa no tuvo casa propia, la comisión de Santa Rosa (que organizaba misas en la plaza o en el terreno donde estaba la iglesia), se propuso levantar un nuevo templo. Así fue que comenzaron con algunas campañas. La primera que hicieron fue la de la moneda.

‘Recuerdo que salíamos con alcancías que hicimos con tarros de leche y pedíamos monedas casa por casa. La gente colaboraba cada vez que podía‘, dijo la mujer que hoy tiene 73 años y aseguró que si tuviera que retroceder el tiempo volvería a hacer lo mismo. Hicieron carneos, empanadas, paellas, locros, fiestas y hasta tallarines con huevos que les regalaba el dueño de una avícola. ‘Recuerdo, la campaña del vidrio, era cansadora pero nos dio buenos resultados. Limpiábamos los patios de las casas y todo lo que sacábamos de vidrio lo vendíamos para poder tener más dinero‘, dijo y contó que con ese dinero fueron comprando materiales. Así, tras 6 años de duro trabajo y sin perder de vista el objetivo que tenían, lograron poner de pie la casa de santa que es patrona del departamento y de América y que el martes se vestirá de fiesta.

‘El padre Ricardo Doña, era el párroco de ese momento. Él trabajó a la par nuestra y fue uno de los que más nos empujó. Todavía nos emocionamos cuando recordamos lo que hicimos. Fueron miles de personas que ayudaron sin parar, para que Santa Rosa tuviera el lugar que merecía‘, dijo Rosa Becerra, la mujer que el mismo día que la santa cumplirá 74 años y que lleva su nombre en honor a la patrona de su pueblo.