Monseñor Alfonso Delgado anoche se encontró por primera vez con la comunidad católica que comanda Raúl De los Ríos, ausente una semana tras el choque que protagonizó el domingo en estado de ebriedad, y lo hizo en una misa en la parroquia de Trinidad. Si bien fue cauto y medido con cada una de las palabras que usó, Delgado dijo que el padre Raúl atraviesa un difícil momento personal y familiar, que ‘se equivocó como cualquiera de nosotros’ y sin ánimo de justificar la situación, apuntó que ‘a veces el demonio mete la cola’.
Monseñor cumplió así con su propósito de no descuidar la agenda parroquial tras el accidente de De los Ríos, quien conducía con cuatro veces más alcohol en sangre que lo permitido. ‘Hablé con el padre Raúl y me contó que atraviesa un momento muy complicado. El sufre problemas de salud, atiende a sus padres enfermos, hace poco falleció su hermana y con toda esa carga, no descuidaba su parroquia. Uno es humano y él se equivocó, como cualquiera de nosotros. A veces el demonio mete la cola y estos son momentos para fortalecer la unidad de la comunidad parroquial’, dijo Delgado.
‘Raúl, como todo ciudadano, deberá afrontar los daños del accidente. Me dijo que tiene seguro, pero de todas formas un abogado de la comunidad se ofreció para asesorarlo’, expresó.
Sobre qué medida tomará con el sacerdote, Delgado apuntó que ‘si bien está afectada la ejemplaridad, porque es lógico, lo peor que se puede hacer es tomar decisiones en caliente. Hay que esperar. Acá la gente lo quiere y me ha pedido que vuelva’.
