*Un cuchillo a tono.

La industria yanqui da para todo. Inclusive para solucionar los problemas de aquellos a los que les cuesta cortar las sandías. Para todos ellos la firma Wiliams-Sonoma inventó un cuchillo serrucho especial con colores a tono, para poder abrir con el menor esfuerzo posible una de estas frutas de dura cáscara verde. Y por supuesto para distinguir rápidamente en el cajón de los cubiertos. Cuesta 25 dólares.

*De mil formas.

Hace 20 años, un agricultor japonés de la isla de Shikoku inventó las sandías cuadradas para facilitar la tarea de hacerles un lugar en la heladera. El secreto de su produccción para conseguir la forma geométrica -ya que también se hacen otras formas como pirámides y hasta corazones- es una alteración en el crecimiento de la fruta que consiste en introducir la sandía cuando es un diminuto fruto, en un cubo de cristal cuadrado. Así es como el fruto va creciendo adopta la forma del cubo.

Por ahora y pese a la globalización, estas sandías sólo se comercializan en Japón, pero a un precio muy elevado, casi imposible de acceder.

*A pura sandía

Hay en el mercado una variedad de sandía con piel jaspeada clara que como cuestión distintiva, no tiene semillas. Es producto del laboratorio y se obtuvo gracias al cruce de múltiples variedades. Recién se empezó a comercializar allá por los años “90.

Esta sandía es una fruta con un alto contenido en agua (la tiene hasta en un 93%). Por esa razón es la fruta ideal para el verano y si encima no tiene semillas, da menos trabajo a la hora de comerla.

*Semillas de oro

Las semillas de melón dejaron de ser un desecho. En Marrakech están haciendo deliciosos subproductos que son un boom comercial. Como las semillas secadas al horno o al sol, tostadas y saladas e inclusive adobadas con esencias o hierbas aromáticas para complementar un plato con snacks. Estas semillas, a diferencia de las papas fritas y otros productos envasados, tienen una ventaja: tienen efectos antioxidantes.

También en esta ciudad de Marruecos es común el refresco de semillas de melón, preparado con las semillas bien lavadas y escurridas, trituradas y endulzadas con pulpa del mismo melón y agua más otros agregados de especias del lugar. Otra variante de la receta es con las semillas machacadas en un mortero, agua y un poco de agua de azahar (elaborada con flor de naranjo).

Además se elabora un aceite que se extrae por presión de las semillas, que sirve de aderezo y de calmante.