Una testigo clave del crimen de María Cristina Olivares, asesinada de 140 puñaladas el 7 de julio pasado en Pocito, denunció que el padre del marido de la víctima y supuesto instigador en el hecho fue hasta su casa y le dijo: ‘tené cuidado con lo que vayas a decir, pensalo bien porque te podés arrepentir’, habría sido la advertencia que, según fuentes policiales y judiciales, quedó en la denuncia. Desde entonces, le pusieron custodia policial en su casa. También tienen vigilancia domiciliaria el denunciado y su familia, y la casa de Rosa Videla, supuesta autora del homicidio. Por el caso están presos además, el novio de siempre de Videla y marido de la víctima, Miguel Angel Palma. Y una cuñada (Noelia Corvalán) y un hermano de la supuesta homicida, Ramón Videla, este último por encubrimiento. La supuesta amenaza trascendió ayer, pero ocurrió el último viernes alrededor de las 22. Se supone que intimidaron a la testigo porque luego del crimen vio a las dos mujeres con problemas en la camioneta en la que huían, y habría descripto a un sujeto que se parecería a Palma aunque en la Policía aseguran que, por ahora, no hay pruebas para acreditar que ese sujeto estuviera en ese lugar.