Los mandaron a dormir a la medianoche, pero Daniel Zamora y el Chino Saldaño se quedaron hasta las 2 de la mañana charlando en la habitación. Son amigos y hablaron -como siempre- de ciclismo, de carreras, de rivales y de victorias. El más grande, hasta tiene un triunfo en una carrera UCI (Giro del Sol), el otro simplemente quería saber de qué se trataba. Y esa noche no fue una noche más, fue la noche que antecedía a lo que podía ser su gran día. Zamora finalmente se durmió, se levantó, corrió y pasado el mediodía dejó de necesitar que le contaran cosas. Ayer, en un convulsionado San Agustín, el pibe Daniel Zamora logró su primera victoria y lo hizo en la primera edición de la Vuelta a Valle Fértil, que durante dos días y tres etapas se corrió íntegramente en ese departamento.

Zamora tiene 22 años y hasta ayer era un peón de lujo del equipo Forjar. Pero desde hace un tiempo venía pidiendo pista y su triunfo en el Valle ratifica que viene en franco ascenso y que está para cosas grandes, como haber ganado ayer. "El Viru" hizo una competencia inteligente junto a su equipo, cuidó fugas y rivales y cuando tuvo que salir él mismo a buscar a su principal rival, Juan Pablo Dotti, se puso la carrera al hombro y aguantó.

En honor a la verdad, el tiempazo que el rawsino había logrado en la contra reloj del sábado y que le había dado la malla líder lo había puesto de cara al triunfo porque la tercera etapa se disputó en un reducido circuito en San Agustín, circunstancia que poco margen de acción le dejaba a los rivales para arrebatarle el primer puesto.

Para colmo, en la primera de las 23 vueltas se cayó Javier Salas, el mejor Piquetero ubicado, y Zamora redujo la lucha a los contrincantes mejor posicionados de un sólo equipo, el de Pocito, que de todas formas, aunque lo intentaron, nunca pudieron amenazar su triunfo.

La carrera ofreció pocas alternativas. La más importante fue la que protagonizó Escuela (estaba a 55 segundos del líder) quien junto a los Richeze y Carrizo se escaparon durante 10 giros. Pero aunque Escuela ganó las dos metas bonificadas y el grupo llegó a estar a 32 segundos del pelotón, lentamente el esfuerzo se fue apagando y los cuatro fueron absorbidos por el grupo mayoritario. En la vuelta 14, Dotti (tercero a 19 segundos) pegó el palo y sin especular, el propio Zamora lo salió a buscar, solo, ya que sus compañeros de equipo quedaron atrás. El pibe aguantó el ataque del internacional y reciente ganador de la Doble Calingasta, hasta que el Forjar pudo alcanzarlos.

Luego hubo un par de intentonas más, como las de Darío Díaz, pero los de la UOM tenían todo controlado y la última vuelta, a menos que sucediera algo extraño como una rodada o una pinchadura del líder, encontró a los rivales resignados. Zamora llegó a meta metido en el pelotón, lejos de un embalaje que no le importaba, levantó los brazos y saboreó eso que hasta unas horas antes, pasada la medianoche, sólo eran palabras e imaginación.