Nancy Echegaray (37) preparaba la comida para su marido y sus cinco chicos cuando abandonó la cocina rumbo al dormitorio. Quería ver si su celular se había cargado, pero lo que se topó en la habitación la dejó helada: una llamarada que avanzaba implacable sobre su cama. Entonces la desesperación por sacar a uno de sus hijos que veía televisión en un dormitorio contiguo. Y por echar tierra y agua con sus niños sobre ese fuego que no paraba. Pronto sumaron también su ayuda los vecinos, pero el fuego recién fue controlado minutos después, cuando llegó Bomberos. Para entonces los daños en la vivienda eran casi totales.

Hubo destrucción total en el dormitorio donde comenzó todo. Y perjuicios importantes en otras dos habitaciones (una usada como depósito) y la cocina comedor. Las llamas también afectaron la precaria habitación que construyó en el fondo Liliana Claudia Mendoza, una hermana de Jorge (el esposo de Nancy) que no tiene trabajo y se las debe arreglar para mantener a sus cuatro chicos.

Todo pasó alrededor de las 14 de ayer en la casa que Jorge, Nancy, su familia y la de su hermana comparten en el 315 Este de la calle Río Negro, en el barrio Patetta, en Chimbas.

El matrimonio Mendoza Echegaray explicó ayer que todo se inició por un cortocircuito en el precario tendido eléctrico de esa vivienda, ocupada desde 1977. La hipótesis de una falla eléctrica fue el informe que la policía le anticipó a la familia como causa del siniestro.

También dijeron que las llamas habían destruido la mayoría de las pocas cosas que tenían: cinco camas completas, un televisor, un microondas, un ropero, ropa y calzado de la familia y las mochilas con los útiles de sus chicos. Y también un mueble con ropa y un televisor de la hermana del dueño de casa.

Jorge y Nancy trabajaban en una empresa de mantenimiento de limpieza en el Hospital Rawson. Y con lo que ganan se las arreglan para mantener a su numerosa familia y para darle una mano a la hermana de Jorge, que no tiene trabajo y no recibe ninguna ayuda de su ex, según explicó el hombre ayer.

‘No sabemos dónde vamos a dormir y cómo vamos a hacer para levantarnos de ésta, pero hay que seguir tirando porque gracias a Dios no le pasó nada a familia y estamos sanos para seguir trabajando’, dijo Jorge.