El año pasado regresó a San Juan luego de dejar una historia exitosa, por muchos años, en el poderoso Barcelona de España. Se puso a trabajar a full para la Selección Argentina y le quedó el sabor amargo de perder la final del Mundial en San Juan frente a España. Capitaneó ese equipo que se retiró aplaudido del ‘Cantoni’ pese a caer ante el multicampeón mundial. Después se puso la camiseta de Centro Valenciano, tentado por su amigo, el Negro Otiñano, y jugó varios partidos en el torneo local. Pero a principios de año recibió una oferta del club alemán Friedlinguen, que participa en la Liga Suiza de hockey, y se fue a mostrar su calidad por aquellos pagos. Lo hizo junto con ‘El Chula’ Fabricio Marimont, quien acá juega en el SEC. Fueron cuatro meses. Una experiencia distinta. Con un final de sabor especial. Es que ‘El Cachi’ (así le dicen al ex Concepción) fue la figura del equipo teutón que se dio un gusto especial: Consiguió su primer título de Liga.
Ahora, de nuevo metido en el núcleo familiar, David descansa y prepara su vuelta a las canchas, que será seguramente en Valenciano, para la Liga Nacional que ya se está disputando.
‘Fue una gran experiencia -cuenta David sobre su participación en la Liga de Suiza- porque ellos han incrementado muchísimo su nivel contratando figuras de los países más hockistas, como España, Italia y Portugal. Yo me fui a un equipo alemán, el Friedlinguen, que no participó en su Liga por desacuerdos con la Federación Alemana y lo hizo en el ahora competitiva Liga suiza. Roger, el empresario que es dueño del equipo, está en todas. Siempre preocupándose de los jugadores, del equipo y de todo. Es una persona maravillosa, a quien le debo todo el afecto. Se formó un equipo metedor que en los momentos claves logró sacar la diferencia’.
Sobre la estadía en Alemania y en Suiza, el Cachi aclaró: ‘Se hacía todo difícil, por el idioma principalmente. El club está en un pueblito alemán (Weilanrein), que está pegado con una hermosa ciudad suiza (Basilea). El Chula y yo estábamos hospedados en un hotel. Roger, que es un empresario metalúrgico que ama el hockey y los autos de colección, nos brindaba toda su atención’. Más adelante dijo: ‘Por suerte pude viajar seguido a San Juan (lo hizo tres veces durante los cuatro meses). Lo único que me importaba era juntarme con mi familia (con su esposa Noelia y su hijo Nicolás). Se extraña mucho. Más todavía a mi edad, cuando ya no sos un pibe. Todo salió bien. Fue una experiencia única. ¿Si volvería a repetirla? La verdad, no sé, porque tiene sus pro y sus contras’.
Después aclaró que ‘lo que me queda como negativo es que como es un equipo alemán no lo dejan que participe en la copa Ser y en la Champions de Europa representando a Suiza. Una pena, especialmente porque el dueño del equipo, se siente estafado y es posible que cierre el club. Media vez que aparece una persona así apoyando al hockey, matan sus ilusiones’.
Quedaron otros temas pero el más importante, su vuelta a las canchas sanjuaninas, con una firmeza: ‘Sí, voy a jugar en Valenciano. ¿Hasta cuándo? No sé. Hasta que me de el cuerpo y el hambre de estar en una cancha’.
