Un peritaje realizado por la División Operaciones del Departamento de Delitos Ambientales de la Policía Federal Argentina (PFA), incorporado a la causa por el derrame en Veladero que investiga el juez Sebastián Casanello, sostiene que hubo contaminación con cianuro en los ríos de la zona. Se trata del primer informe que da cuenta de la presencia de esa sustancia y, de los 6 confeccionados hasta el momento, es el segundo que menciona la aparición de minerales que atentan contra la salud de la población, frente a los otros 4 que lo descartaron. El anterior fue un análisis de un laboratorio de la Universidad Nacional de Cuyo de Mendoza, que detectó niveles por encima de lo permitido en metales como manganeso y aluminio en las aguas de un río.

El nuevo informe, que fue realizado a los pocos días de producido el incidente en la mina iglesiana, los días 27 y 28 de septiembre del año pasado, fue entregado al juez de la causa en noviembre del año pasado, pero recién se conoció ahora luego de que lo publicara el diario La Nación. De acuerdo con esa pericia, “las muestras analizadas, ya sean líquidas o sólidas, evidenciaron presencia de cianuro total”, en algunos casos, por encima de los valores máximos permitidos por la ley. Habían sido tomadas en los ríos Las Taguas, Potrerillos, Blanco y Jáchal, a continuación del Dique Cuesta del Viento.

En la introducción del informe de la Federal, señala que “a pesar de la defensa que muchos propinan respecto de la industria minera fundamentados en que este tipo de actividades contribuyen a la economía de un país, la misma posee un bagaje histórico de accidentes, incidentes y desastres”.

Conocida la pericia, la empresa Barrick dio a conocer que “el análisis de muestras hecho por laboratorios externos y por diversas entidades públicas y privadas confirma que no hubo ni hay riesgos para la salud de los trabajadores, las comunidades o el ambiente”.

Tras el derrame de líquido que contenía cianuro en el valle de lixiviación de la mina Veladero el 13 de septiembre de 2015, se abrieron dos investigaciones. Una a cargo del juez de Jáchal, Pablo Oritja, y la otra que lleva adelante Casanello. En el caso de este último magistrado, es el segundo informe que tiene en sus manos. El anterior, realizado por el Instituto Nacional del Agua (INA) un mes después del de la Federal, reveló que en los ríos de la zona no se detectó presencia del químico por encima de los límites permitidos. Fue tras analizar muestras de los ríos Jáchal, Potrerillos, Las Taguas, La Palca, Blanco y el Dique Cuesta del Viento.

Entre las otras investigaciones que negaron la presencia de elementos contaminantes se encuentran un informe preliminar de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que concluyó que no había contaminación con cianuro en dos cauces de agua analizados. Otro fue el del Centro de Investigación para la Prevención de la Contaminación Ambiental Minero-Industrial (Cipcami), que había sido encargado por Obras Sanitarias Sociedad del Estado (OSSE), en base a muestras de agua tomadas en la perforación de Pampa del Chañar, en Huerta de Huachi, de los surtidores del Barrio Fronteras Argentinas, de la oficina de OSSE en Jáchal y del Automóvil Club Argentino. Otro informe considerado fue el de un equipo de profesionales de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ), vinculados al Instituto de Investigaciones Mineras, quienes coincidieron en que la concentración de cianuro contenida en la sustancia derramada en Veladero no había afectado la salud de los trabajadores ni de los pobladores de las comunidades aledañas. Esa situación de debía a que la concentración de cianuro se había degradado naturalmente al quedar expuesta al ambiente.