Instrumento de origen africano creado por el pueblo igbo y el hausa de Nigeria, el udu se empezó a incorporar a la música popular de San Juan. Fue gracias a Jorge Arredondo cuando, en Cosquín 2009, descubrió este elemento en un homenaje a Atahualpa Yupanqui que realizó Pedro Aznar.
‘Antes tocaba bombo y batería, pero cuando lo escuché, me sentí atraído’, destacó Arredondo, comerciante y representante de la marca de bombos del luthier Mario Paz en Cuyo.
Así, le propuso al ceramista Ariel Aballay empezar a elaborarlos, él se animó y ahora los venden a músicos del folclore nacional.
‘En los comienzos, se hicieron varios y se tuvieron que descartar muchos. Los hace con tierra al pie de la cordillera que no está contaminada así su sonido es más puro; eso se convierte en arcilla y le saca todo el aire. Según el cocinado, sus sonidos son más brillantes, menos brillantes, más profundos…’, como dice Jorge, que se instruyó en percusión tomando clases particulares con Rodi Beatrice, Pablo Blanco, Oscar Sosa y Ricardo Soria.
Así, el udu fue parte del festival de guitarras organizado por Alejandro Dávila, la semana pasada, en la ejecución Milonga del Sentimiento de Ernesto Villavicencio; y es parte del grupo de Jonatan Vera, Susana Castro, Mixtura y Añoranzas, donde ‘en las cuecas reemplazo al cajón y en una zamba al bombo. Es armoniosamente más místico’, subrayó Arredondo.
