Pablo Albarracini, el testigo de Jehová que se negó a recibir una transfusión de sangre por sus creencias, fue dado de alta ayer de la clínica Bazterrica, donde permanecía internado desde el 5 de mayo cuando durante un robo recibió 6 disparos. El joven ya camina y lo asiste un kinesiólogo y en unos 45 días será intervenido para sustraerle la bala que tiene alojada en su cerebro. Ante la gravedad de su caso, los médicos recomendaron realizarle una transfusión de sangre pero su esposa rechazó la sugerencia a raíz de que la víctima firmó un acta legalizada ante escribano rechazando esa práctica por convicciones religiosas.