Las fuertes rivalidades no entienden de pretemporada, de amistosos, ni de nada por el estilo. Cuando en una cancha se cruzan un equipo sanjuanino y otro mendocino hay clásico. Ayer por la mañana quedó claro entre San Martín e Independiente Rivadavia, donde más allá que los jugadores son la mayoría de otra provincia, el entusiasmo con que la gente vivió el encuentro los motivó el doble a los protagonistas. Fue así que Pablo Melo se fue a las manos con un colega mendocino y por eso debió ver el resto del partido desde el banco de suplentes. Otro punto importante para marcar que el clima fue de clásico es el ida y vuelta entre el técnico de la Lepra, Roberto Trotta, y los hinchas.
Era el minuto 22 del primer tiempo. El central uruguayo Pablo Melo fue a trabar una pelota al lado del banco de San Martín con el volante rival, Abel Peralta. Por potencia física, el charrúa se llevó la mejor parte, aunque sintió que su colega no había sido tan leal en el cruce. Melo, sin mediar más de dos palabras, le dio paso al pugilismo y tiró un par de manotazos que no llegaron al objetivo deseado. Franco, quien estaba a escasos cinco metros, no dudó y se metió en la cancha para calmar a los jugadores de la Lepra que llegaban para hacer justicia por mano propia. Luego vino el tumulto generalizado y cinco minutos de suspensión. ¿Conclusión? Melo afuera por pedido del árbitro y el ingreso de Grabinski.
Desde ese momento, la mañana en el Hilario Sánchez se calentó bastante. Fue entonces cuando Trotta comenzó con su show. Sentado encima del banco de suplentes visitante se la pasó "hablando" con los hinchas sanjuaninos. "Te vas al descenso Trotta". "Pedile ayuda a Vila (presidente de la Lepra)". "No llegás a la tercera fecha Trotta". Fueron sólo tres de las frases -las menos hirientes- desde la platea para con el DT. Del lado de adentro de la cancha la respuesta fue una sonrisa tan soberbia como falsa y un "¿así que no gané nada? Fui campeón del mundo y de América con Vélez". Como la temperatura fue aumentando, el presidente de San Martín, Jorge Miadosqui, se ubicó cerca de esa zona e intentó que los hinchas se dedicaran a mirar el encuentro. Incluso un par de policías fueron colocados del lado de la platea, para desactivar cualquier problema mayor.
