Producían millones de litros y en época de cosecha, dicen que entre San Juan y Mendoza llegaban a emplear a más de 1.000 personas. En 1911, el desembarco de los hermanos alemanes Herman, Albert y Pablo Wiedenbrüg fue a lo grande, comprando nada menos que las bodegas de Vicente Cereseto, Eliseo Marenco y Juan B. Del Bono, pioneros en San Juan. A su emprendimiento lo empezaron a llamar, como no podía ser de otra manera, La Germania, pero tras la Primera Guerra Mundial cambió al nombre con el que quedó en la historia: Bodega El Globo.

Los hermanos Wiedenbrüg, motivados por su padre, entraron al mundo de la vitivinicultura en 1900, al comprar la bodega Delaballe en Godoy Cruz, Mendoza. Antes, habían instalado una destilería en Rosario y comprado la cervecería A. Schneider y Cía. Una vez asentados en Mendoza, la "Destilería, Bodegas y Cervecería Germania" se expandió a San Juan, hacia 1911. Fue entonces que el grupo compró primero la bodega de Luis Ligoule, con 170 hectáreas de viñedos, y luego de la Cereseto y Marenco, para avanzar también con el establecimiento vecino, que pertenecía a Del Bono.

Con semejante estructura, La Germania se convirtió rápidamente en la empresa más importante del sector, produciendo para el año 1912 unos 20.000.000 de litros de vino. Además de vinos, elaboraban la caña "Globo", el vermouth "Giacometto" y la cerveza "Germania", en sus variedades Blanca, Bock y Otello Negro.

Con Herman de viaje en Alemania, la Primera Guerra Mundial lo encontró en ese país y tardó varios años en regresar. "La Germania" pasó a llamarse "El Globo" y los empresarios alemanes la tuvieron hasta 1930, aproximadamente, cuando se la vendieron a un inglés millonario que había nacido en Cádiz cuando era colonia inglesa; se llamaba Lucio Ryan.

En los "70 y a raíz de la promoción industrial, cambió de manos, ya que Duc de Saint Remy primero alquiló la bodega y luego la compró para producir champán. La empresa aprovechó así sus cuatro bóvedas de 12 metros por 50 metros, a 6 metros de profundidad, que conformaban una de las cavas más importantes de la provincia.

Saint Remy elaboró y fraccionó en ese establecimiento hasta 1992, cuando entregó El Globo a una empresa constructora como parte de pago por su nuevo establecimiento de avenida Libertador. Luego, la bodega pasó a manos de la sociedad Alto Del Bono SRL y posteriormente a la sucesión Abraham Grynhauz. A este grupo se la compró la empresa IVISA, que construyó el hotel Del Bono Park sobre las cavas, uno de sus lugares más distintivos.