Finalizaron sus estudios secundarios y cuando creían que su vida tomaba el rumbo que habían elegido, estudiar diferentes carreras universitarias, el llamado de Dios golpeó sus puertas. El Seminario se convirtió en la casa que eligieron para continuar sus vidas. Ellos son Juan Morey (27), Miguel Chirino (32) y Jorge Carrascosa (25), tres sanjuaninos que se capacitan para ser cura y que están al frente de la colecta anual de la institución.
Jorge, es de Albardón y después de un año y medio estudiando Ciencias de la Educación, decidió irse al Seminario de Chile. Allí vivió una experiencia dura pero que él definió como extraordinaria, cuando ayudó tras el terremoto de 2010. ‘Fue terrible, de 60 parroquias 40 quedaron en el suelo. Nos tocó ayudar a la gente evangelizando, reparando casas y llevando alimentos. Nunca imaginé vivir una experiencia así’, dijo. Después de eso, y tras la muerte de su padre, Jorge decidió volver al Seminario de San Juan.
Por su parte Juan dejó sus estudios en Administración de Empresa en segundo año. Durante una misa sintió la duda sobre su vocación y después de participar de jornadas vocacionales decidió entrar al Seminario. Aunque en su casa las opiniones estaban encontradas, su mamá lo apoyaba y su padre no, él siguió su camino. Y hoy después de 5 años retomó la relación con su papá. Miguel entró al Seminario con más apoyo familiar. Tras cursar Abogacía y Escribanía se inclinó por el sacerdocio. ‘Siempre estuve en la Iglesia pero me enredé con otras carreras. Es más estuve 4 años de novio, pero no era lo mío’ dijo.
