Una invitación para correr la Vuelta de Chile de 2001, la que culminó en el segundo lugar, detrás del español David Plaza, motivó que el ciclista ruso Andrey Sartasov decidiera radicarse en Chile. Cambió los gélidos inviernos de su tierra, Mishkino, ubicada en la región de la Zauralia, detrás de los montes Urales. “Está en donde empieza la Rusia asiática, es la zona anterior a Siberia”, confesó este hombre que desde hace tres carreras está participando de la temporada sanjuanina defendiendo la camiseta de la Municipalidad de Pocito.
La empresa Líder le solicitó a la agencia CreaTempo la contratación de ciclistas rusos para afrontar la Vuelta. Había antecedentes notables, esa agencia había traído a los ganadores de las Vueltas trasandinas de 1990 y ’92, el ruso Sergei Sujurochenkov y el kazajo Youri Sourkov.
Sartasov, integrante de la Selección de Rusia en un campeonato juvenil europeo, llegó a Chile con otro ciclista y un entrenador. No hablaba una palabra en español; tampoco tenía idea dónde quedaba Sudamérica. Salió de su casa, ubicada 2.000 kilómetros al Este de Moscú y decidió quedarse. Soltero, de 25 años, dejó en su tierra a sus padres y un hermano. “Yo quería correr. En Rusia se me hacía difícil porque en los tres meses de Invierno y uno de Otoño, teníamos que concentrarnos en el Sur, en ciudades cercanas al Mar Negro. Se complicaba porque los alquileres eran muy caros”, contó.
Amigo intimo de Aleksandr Bocharov, que fue segundo en una etapa del Tour de Francia de 2002, Andrey quedó encantado con Chile y decidió quedarse. Integrando el equipo Líder La Polar (“no era Continental, pero era una escuadra muy bien formada que participó de carreras por todo Sudamérica”) donde logró sus mejores resultados. Ganador de la Vuelta de Chile de 2006, también de la Vuelta Ciclista por un Chile Líder (en el Sur del país), Tiene victorias de etapas en Vuelta de Mendoza, Vuelta de Bolivia, Vuelta de San Juan, Giro del Sol y otras competencias en Ecuador y Brasil.
“Me gustó mucho Chile, hice muchos amigos y me quedé allí”, confesó quien ahora, luego de su paso de tres años por el Continental puntano, San Luis Somos Todos, recaló en Pocito.
“El ciclismo es igual en todo el mundo. No me siento frustrado por no haber corrido en profesionales, como lo han hecho otros amigos míos. Disfruto correr en Sudamérica, el nivel es muy bueno”, explicó.
Un amigo, el cordobés Jorge Giacinti, lo llevó a San Luis. Otro amigo, el Turco Ricardo Julio fue clave para que se sume a la Municipalidad de Pocito. De carácter afable, simpático y muy respetuoso, Andrey Sartasov ya hace planes para correr el año próximo toda la temporada en San Juan. “El nivel ciclístico sanjuanino es muy bueno y me motiva correr aquí porque el ciclismo se vive de manera muy apasionada”, concluyó.
