San Juan, 21 de mayo.- En la ruta 141, cerca de Bermejo, un automovilista atropelló a un caballo suelto en la ruta, lo que pudo provocar una tragedia de no mediar las medidas de seguridad del moderno vehículo. El hombre salió ileso a pesar de que el vehículo quedo destrozado.
Los cuatro airbags del coche fueron la diferencia entre la vida y la muerte, o graves lesiones, de un hombre catamarqueño, de apellido Blaomini, de 45 años, que sufrió en carne propia uno de los dramas más grandes de las rutas sanjuaninas y al que nadie parece poder darle solución: los animales sueltos.
