La bodega La Superiora fue fundada por Manuel Lemos allá por 1897 y fue pionera en la elaboración y exportación de vinos dulces. Tras 100 años de funcionamiento, en 1997 fue rematada. A partir de entonces, fue abandonada y todo lo que había en sus 72.000 metros cuadrados comenzó a ser saqueado y desmantelado. Actualmente, su predio es utilizado como aguantadero de delincuentes o un sitio de encuentros para beber, drogarse o tener sexo. Hasta ya tiene una muerte, la de un joven que en 2006 cayó desde lo alto del tanque de agua.
