Tenía que ganar como sea. Con corazón y garra. Con sacrificio. Para borrar la goleada que se trajo de Río Cuarto y que despertó muchos fantasmas. Y lo hizo, sin un juego vistoso, pero entretenido, para superar al colero del grupo, el Maipú mendocino y devolverle psicológicamente la confianza que debe seguir buscando para reencontrarse con el fútbol que tuvo en las fechas iniciales.
Fue 3-1 para Desamparados, sufrido y altamente disfrutado. Pero hubo un quiebre total en el partido y lo marcó la figura de la noche: Matías Garrido. Porque cuando el encuentro estaba 1-1 (Parisi en Desamparados y Aguirre en Maipú) y todo era una lucha de poderes sin un rumbo fijo. El ex Peñarol, que volvió a la titularidad anoche, metió un tacó para definir de espaldas al arco, romper la paridad y cambiar el trámite del partido. Es que su grito cayó a los 45′ del primer parcial, para darle la tranquilidad, armarlo con la cabeza en el entretiempo y jugar con los espacios que dejó el "Botellero” cuando fue en busca del empate y que le terminó pagando carísimo para el delirio puyutano.
Y eso que la noche arrancó de la mejor manera, puesto que en la primera opción, Gonzalo Parisi metió el frentazo en el corazón del área tras el tiro de esquina y los 2′ el conjunto de Dillon ganaba de la mano su goleador que sigue dulce.
Maipú no lograba acomodarse y Desamparados lo hirió. Pero fue cuestión de minutos para que el mendocino se acomodara y tras un cambio de frente, Nicolás Aguire encaró, dejó dos hombres parados en el área y definió de emboquilada sobre Del Vecchio.
Empate y todo como al comienzo. Desamparados trasladaba mucho sin encontrar descarga, por lo que arriesgar no era una constante. Y desde un pelotazo del fondo de Del Cero a espaldas de los defensores, el "Toro" Parisi casi aumenta pero su disparo fue débil.
Era trabado, muy transitado en el medio y las contras esporádicas aparecían. Sobre los 27′, Borches ganó en las alturas y Devía se la sacó en la línea. Aunque el repunte mostró sus inicios a los 33′ cuando Zapata vio la roja en Maipú y ya con uno menos Desamparados tuvo mayor margen en su juego, que lo coronó con la brillante definición de Garrido en el epílogo del primer tiempo.
El golpe fue tal, que el DT visitante, Torres, lo mandó a Clop a la cancha y en la primera cometió una infracción en el borde del área que Nery Lima colgó del ángulo cuando sólo iban 8′ del complemento. Tarea simplificada y a respirar tranquilo, ya que previo al gol del ex Instituto, Del Vecchio lo sacó un remate con destino de red a Aguirre tras una falla defensiva.
Maipú debió arriesgar, se la jugó y en el transe Desamparados tuvo espacios para ir controlando el juego. Más allá que el arquero puyutano debió trabajar nuevamente ante el intento de Carreño.
Pero sin la urgencia por mandar en el resultado y esperando encontrar mal parado a Maipú, Parisi tuvo en forma consecutiva el cuarto tanto. Pero era mucho. Demasiado. Total la cosa ya estaba juzgada. Desamparados volvió a sonreir, ganó, y al final eso es lo que cuenta.
